La maldición del ilegitimo

Capítulo 9

10 años atrás:

Normalmente en una historia todos son felices hasta que se presenta un conflicto, y al resolverse, viven felices para siempre, o al menos en la mayoría de los casos. Así no era la vida real. Sí, ellos no estaban frente a una guerra como tal, pero siempre habían lidiado con batallas internas.

Los príncipes en aquel entonces eran educados en la academia más prestigiosa del reino junto a otros jóvenes con títulos y prestigios. Aquel día tenían una clase de historia, la cual se volvía larga y aburrida para la mayoría de ellos. No todos sentían preocupación por sus estudios, no era algo que les interesara. Aprueben o no esa lección igual recibirían títulos y tierras, con una vida de lujos asegurada hasta el día de su muerte. Él único que mantenía sus notas altas y escuchaba cada clase con placer era Chan, quien siempre motivaba a sus hermanos a tomar apuntes. Por otro lado, al contrario, Hyunjin sentía una gran presión de su padre por obtener la nota más alta, viendo cada clase como una tortura. Ponía todo su esfuerzo y aun así perdía la concentración con gran facilidad o  simplemente no lograba retener la información. Era frustrante.

- Tranquilo, puedo explicarte luego- lo tranquilizo Chan.

- Me gustaría ser tan inteligente como tú- admitió cabizbajo.

- Príncipe- lo llamo una mujer acercándose a Hyunjin. Era su nodriza y una de las criadas de más confianza de su madre. Ella manejaba su agenda y cuidaba de él en aquel momento- debe ir a prepararse para la práctica de equitación si no quiere llegar tarde.

- Aún no ha terminado la clase.

- Si se demora llegara tarde a la clase de idiomas y a la de arte de la guerra. El rey fue muy estricto con eso la última vez- fue entonces que el joven hizo memoria. Cada que vez que cometía un error, por más pequeño que sea, toda su ira era desquitada en aquella pobre joven.

- Te pasare mis apuntes luego. Esfuérzate y ten un buen día- lo tranquilizo Chan con una sonrisa frotando su cabello. Hyunjin se retiró de mala gana.

- Debe ser agotador ser el heredero al trono. Parece una tortura- dijo Jeongin pensante, mirando con preocupación al joven que se alejaba de allí con su peor cara.

- No seas irrespetuoso, es su deber- lo corrigió Seungmin, quien se sentaba a su lado- y es un honor dedicar su vida al reino.

- Carga con mucha responsabilidad, se ve solitario. Me da algo de pena. Nunca está con nosotros. Me gustaría ser cercano a él, tal vez, conocerlo más.

- Mientras más lejos estemos de los hijos puros, mejor será para nosotros. No debemos llamar la atención- explico Seungmin- podrían pensar que estamos interesados en la corona, es peligroso. Recuerda lo que dijo mamá.

- ¡Hagan silencio! - se quejó la profesora.

Por otro lado, Felix y Changbin compartían banco atrás de estos dos. Changbin miro al menor con gran concentración. Había algo encantador en él, incluso magnético.

- Emm... lo siento... no llegue a copiar lo que la profesora borro- susurro.

- Tampoco yo- dijo muy concentrado en su anotador.

- ¿Y entonces qué escribes?

- Ya vuelvo- dijo evadiendo su pregunta, arrancando la hoja de la libreta y pasándose al banco donde ahora Chan se encontraba solo. Changbin solo lo vio alejarse algo resignado.

- ¿Qué pasa? - rio Chan.

- Te extrañaba- le respondió con una gran sonrisa- ¿No puedo extrañarte?