Matemáticas (Moriarty X Oc X Sherlock)

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Jane era la hermana menor de la Señorita Hudson. Se había mudado del campo para estudiar y convertirse en maestra.

Bueno, decir que se mudó no es una descripción tan exacta de su situación. En realidad no había encontrado ningún lugar para vivir todavía, pero supuso que su hermana la ayudaría con eso más tarde cuando la viera.

La única universidad que la recibió fue la de Durham, muy lejos de donde vivía su hermana. Pero no podía vivir allí, así que tendría que conformarse con viajar bastante.

Por mientras, caminó hacia la universidad, acompañada únicamente de su sombra. No pudo buscar un transporte por falta de dinero; había acabado con su economía al pagar la matrícula y quería ahorrar lo más posible hasta salir del hoyo.

La Universidad no era un lugar muy frecuentado por mujeres. De hecho solo tenía dos compañeras en su clase y los demás eran todos varones de clase alta. Sus compañeros y los profesores la miraban raro debido a su origen sencillo y por el simple hecho se ser una chica. Por si no fuera suficiente ser pobre, también recaía sobre ella una sociedad que no respetaba a las señoritas.

Sus padres le habían insistido hasta el cansancio que ponerse a estudiar era una mala idea. Pero ignoró esos comentarios para cumplir su sueño de ser maestra e ir a países necesitados a impartir educación.

La cosa es que, todo es más difícil cuando se empieza.

Las clases eran duras. Tener que trabajar de costurera en las tardes y vivir en un hostal barato no era la mejor vida. El cansancio ya le estaba comenzando a afectar  incluso en el rendimiento académico, y sus para nada comprensivos maestros se habían ensañado en hacerla sentir incapaz.

Por más que se esforzaba, siempre fallaba en dos cosas. Estos meses le habían enseñado a odiar la química y las matemáticas. Siempre creyó que eran más fáciles pero estaba muy equivocada.

Al menos, recibió una buena noticia. A su habitación llegó una carta de parte de su hermana mayor. Como respuesta a una carta que ella había enviado hace unas semanas en un momento de desesperación.

"Querida Jane:

Por supuesto que puedes vivir aquí. Debiste tragarte tu orgullo y consultarme antes, te habría ayudado.

Tengo unas habitaciones disponibles.  No te cobraré porque de todos modos nadie las ocupa. Es más, mandaré a pedir una máquina de coser nueva para ti.

Te daré detalles al llegar. Por favor, ven a verme el viernes cuando salgas de clases.

Te quiere, tu hermana."

Suspiró de alivio. Ya no tendría que vivir sola en ese lugar tan frío y húmedo.

La noticia la animó lo suficiente como para ir con una sonrisa a sus clases. Pero esta no tardaría en borrarse.

Esa mañana en la biblioteca, su maestro de química básica la habría insultado un par de veces y su maestro de matemáticas la habría amenazado con que si no subía el promedio la aniquilaría antes de finalizar el año.

—Señorita Hudson, si me hubieran dado el perfil de todos mis estudiantes antes de iniciar, le aseguro que hubiera hecho una buena selección. Y esa selección jamás incluiría a alguien como usted.

—Sé que mis notas no han sido las mejores. Pero eso es solo en matemáticas. Soy la mejor de la clase en todo lo demás...

—No soy profesor de literatura. Me da lo mismo si es la mejor en todo lo demás.

—Mejoraré, lo prometo.

—No haga promesas estúpidas que no podrá cumplir. Admita que su cabeza no tiene la capacidad para aprobar mi materia y deje de hacerme perder  mi tiempo.