Capítulo 15

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*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y los capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 15. La pequeña excepción

Esa madrugada Jungkook despertó más emocionado que de costumbre. Había estado hablando con Taehyung por mensajes de texto hasta altas horas. Él le insistió que durmiera, pero terminaron enganchándose con cualquier cosa, cualquier conversación tonta que los llevara a hablar de sus vidas. El pelinegro se levantó de la cama sin poder esperar a asistir a clases y ver a «su chico». No había comprendido hasta entonces lo que era desear estar con alguien todo el tiempo. Tener pensamientos dulces y empalagosos sobre otra persona, que le provocase la necesidad de rozar sus dedos y apretujarle entre sus brazos. Taehyung era como un cachorrito. Un cachorrito de ojos grandes, voz profunda, gran personalidad y más inteligente que él. Con una parte sexy e impronunciable que provocaba en Jungkook una química como nadie lo había hecho.

A Jungkook no le gustaba el roce ni el contacto exceso, pero Taehyung podía darse la excepción. Su aroma natural y la suavidad de sus reacciones le invitaban a posar las manos sobre él, a eliminar la distancia entre ambos, así se tratase de andar chochando con su propio hombro. Jungkook se fue para la universidad por la mañana y encontró a Taehyung por el campus. Se abalanzó sobre él para picarle de forma coqueta, una sonrisa dulzona nacía en el rostro de Taehyung, quien le pedía que parase de bromear, de pellizcarle con los dedos o de darle achuchones mientras todos les miraban. Pero a Jungkook no le importaba que la S.N.U. completa voltease la cabeza junto a la entrada del campus. Él le sujetó el rostro entre los pulgares y le regaló un tierno beso en la superficie de sus labios.

Taehyung se volvió dócil como un gatito ante sus cariños. Le ofreció su mano para entrelazar los dedos y le acompañó hasta su aula, no compartían optativas durante las primeras horas de ese día. Andar con Taehyung de la mano por iniciativa suya era maravilloso. Taehyung sentía que era una especie de grito de reclamación parecido a «este chico de aquí es mío». Aunque en el fondo era al revés.

El castaño estaba seguro de que Jungkook había ligado bastante en sus años universitarios, lo había visto en muchas ocasiones con otras chicas (que casi babeaban por él), y algún que otro beso esporádico por el campus. No obstante, era la primera vez que Jungkook reclamaba a alguien frente a los demás. Una parte secretamente recelosa de Taehyung le hizo sentirse a gusto con que todos supieran que Jeon Jungkook era, de alguna forma, suyo. Y aquel pensamiento le hacía ruborizarse, poniéndose nervioso con la tan sola presencia del chico.

Jungkook era tan dulce con él, que le costa volver a pensar en que era un playboy y un niñato insolente a pesar de su aspecto. Su toque pícaro y coqueto mientras tonteaba con él como un crío, su voz baja y el deje de su acento satoori en la biblioteca cuando rozaba su hombro apropósito, dejaba a su sistema inmunológico por los suelos.

Eran tres y media de la tarde cuando se encontraban en el espacio bibliotecario, Jungkook se inclinó más a su lado y deslizó su brazo por encima de los hombros del chico mientras él intentaba estudiar. Ladeó la cabeza junto a sus apuntes, fingiendo leerlos en silencio. Taehyung frunció los labios, se sentía intensamente atacado por lo mimoso que era Jungkook. Y que se colgase de sus hombros para reclamar su atención no era más que otra de sus tácticas para provocarle un «tocado y hundido». El ojiverde dobló la cabeza para mirarle de cerca, con una mezcla de «te odio por desconcentrarme, pero te comería por existir». Entrelazó los dedos de su mano que caía por encima de su propio hombro derecho y observó sus pupilas negras y brillantes. Jungkook solo le dedicó una sonrisa traviesa y rio en voz baja.

Acortó el espacio entre ellos suavemente, aprovechando para dejar unos besitos silenciosos en Taehyung, con sus tibios labios. Taehyung se extravió de sus estudios, dejándose arrastrar por la deliciosa sensación. Lenta y suave, mimosa y cautivante. Unos besitos en la mesa de la biblioteca que no sirvieron para mucho más que despertar el recelo de algunos estudiantes que les rodeaban y ojeaban indiscretamente aquel tonteo. Taehyung se sonrojó y frenó a Jungkook, que parecía estar empecinado en dejar unos besitos en su nariz, antes de que alguien les llamase la atención por achucharse tanto en público.

Malos Hábitos [Bet On It] ✧ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora