Capítulo 21

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*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y los capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 21. Viaje a la playa

Beep-beep, beep-beep, beep-beep, beep-beep, beep-beep, beep-beep. La alarma resonaba con fuerza, taladrándole el cerebro y sacudiéndole la conciencia. Taehyung se alzó casi sin voluntad y tanteó la superficie superior de la cabecera del canapé hasta dar con el cachivache de plástico autor de sus escándalos mañaneros. Detuvo el sonido infernal de un movimiento, y suspiró volviendo a sumergirse en el mar de su almohada, y cálidas y reconfortantes mantas. Ah, sí, el silencio. Bendito y maravilloso silencio de las mañanas, donde los ángeles le acunaban. ¡El santo grial del silencio era algo de lo que bebería cada...!

Beep-beep, beep-beep, beep-beep, beep-beep, beep-beep, beep-beep. Esta vez el pitido llegó un poco más lejos y Taehyung se dijo mentalmente que el método más efectivo sería levantarse y abrir la ventana para lanzarlo hacia el lado del porche, por encima de la valla y los setos que daban al vecino, donde tenía un perro con malas pulgas. Así pues, optó por su segunda opción: esconderse en la oscuridad de la semiinconsciencia durante un rato, luchando por desconectar su cerebro de las cosas de la vida y darlo todo por perdido, en el olvido infinito y glorioso de la desidia.

—¿¡Quieres apagar ya esa cosa!? —llegó, como de costumbre, el berrido de su madre desde el piso de abajo. Pudo imaginársela en la cocina, con una sartén en la mano y refunfuñando cosas sobre que solía quedarse dormido.

¿Veis? Imposible.

Suspirando de nuevo, Taehyung se dio la vuelta en el colchón, dispuesto a dormir y a ignorar el mundo entero, pero algo atravesó su cabeza. Dios, tenía planes, pero, ¿qué hora era?

—¡Taehyung, el despertador! —le recordó su madre al otro lado de la puerta.

—¡Ya voy, ya voy!

Con un bufido salió de la cama y buscó el despertador con la mirada. Hoy era el día en el que iba a la playa. Apagó el cacharro con una renovada energía, pensando en el fin de semana que le esperaba a él y a unos cuantos más. Había sido una buena idea lo del club de estudiantes; romper la rutina de vez en cuando era bueno, eso debía reconocerlo.

—Me encanta que vayas a venir, Minho —comentó Taehyung en una videollamada, mientras deliraba un poco de felicidad, y, de paso, se vestía—. Seguro que nos lo pasamos bien.

—Podría llevarme a mi perro —dijo su amigo al otro lado—, pero no creo que admitan animales —se acercó a la cámara y le mostró la caja de bento que estaba rellenando—. ¡Mira lo que he preparado!

—¡Oh! ¿Hay también para mí? —formuló con estrellitas en los ojos.

—Me dijiste que te prepararías tu propio almuerzo, ¿recuerdas?

—Ya, pero me quedé dormido —dijo y se rascó la nariz adorablemente.

Minho se rio al otro lado. Colgaron la llamada en un par de minutos más, cuando Taehyung terminó de preparar la mochila y se dispuso a bajar a la cocina. A su madre no se le hizo ningún problema que pasara el sábado fuera, de hecho, se había adelantado a que se quedaría dormido y le preparó deliberadamente la comida para que pudiera llevársela consigo; otra cajita de bento, unos dulces de arroz, un par de chocolatinas y una botella de té verde. Sana también estaba por allí, y le miraba como si fuera un gandul por haberse quedado dormido, aunque habitualmente madrugase.

—Buenos días, hijo —le saludó—. ¿Qué tal dormiste?

Taehyung iba a decirle que bien, pero encontró a Leo en la cocina y se quedó desconcertado. ¿Cuándo había llegado?

Malos Hábitos [Bet On It] ✧ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora