⚘5. Encubierto⚘

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La mente de Adrien se tornó confusa ante la pregunta de Marinette, claro que quería saber de ella pero tampoco que su conversación en aquella cafetería fuera como un interrogatorio. Ella se veía muy linda haciéndose la interesante y no tenía la certeza como resultaría todo esto.

- ¿A qué se debe esa pregunta? - Interrogó Adrien, frunciendo el ceño.

- A la mayoría de los chicos con los que ya salí siempre querían saber de mi vida - tomó la taza de café entre sus manos, acercándoselo a su boca para darle un sorbo - No creo que tú seas la excepción o ¿sí?

El de los ojos verdes dudó en contestar, qué había pasado en su vida para que mostrara un rechazo o caer en cuenta que no la trataría como los otros. Adrien solo la observaba sujetando aquella taza para tomar un poco de café.

- ¿Qué te hace pensar que voy a comenzar por esa parte? - la miró fijamente, dejando la taza en la mesa - Además, eres una chica que tiene sus objetivos planteados y en el amor mucho más.

- No siempre fue así - suspiró la de los ojos azules, clavando su mirada en la mesa - Mis relaciones pasadas fueron muy monótonas, cada uno pensaba que yo era de su propiedad y hacía más frustrante sostenerlos - Prosiguió, levantando la cabeza, mirando al chico - La última relación que tuve, él me quería privar de mis salidas, llamadas y trabajo, yo estaba en Londres para ese entonces. Cuando le dije que mi vida era miserable a su lado y que terminábamos, se puso agresivo al punto que tuve que llamar a la policía.

- Y por esa razón, llegaste a París o me equivocó - intuyó Adrien, sin despegar la mirada.

- Por una parte si, quería escapar de todo aquello que me estaba haciendo daño - le dijo, dándole otro sorbo al líquido de la taza - Establecerme como diseñadora en una compañía importante, seguir ayudando a mis padres con su negocio, también viene a París por respuestas.

- ¿Respuestas? - cuestionó el rubio - ¿De qué tipo?

- Es algo con lo que me está mortificando todo estos años - respondió - y quiero saber si es el destino me tiene preparado algo o de plano estoy loca - le sonrió.

- No creo que estés loca, eres muy segura de sí misma - se burló con una sonrisa - Espero que las encuentres pronto, sino yo puedo acompañarte y apoyarte cuando lo necesites.

- Mucha gracias, Adrien - ladeó su sonrisa la azabache, mirándolo con gratitud - Sabes eres un chico muy interesante después el primer momento que te vi - Asintió su cabeza, mientras que el rubio solo se dedicó a sonreír - pero quiero que sepas que por ahora no deseo ninguna relación en mi vida, si tú quieres solo seamos amigos, ¿te parece?

- Claro que sí, me alegraría tener una amiga como tú - Exclamó Adrien, clavando sus ojos verdes en los de ella - y compañeros de trabajo más cercanos.

Durante toda la conversación, se la pasaron riendo de las historias que pasaban en su vida, conociendo un poco la relación con sus padres, sus relaciones amorosas y sucesos interesantes.

Lo que ellos nunca supieron que alguien estaba encubierto observándolos desde lo lejos del parque, un anciano de estatura baja con rasgos asiáticos que llegó desde su país con el propósito de saber de aquellos chicos como parte de un deber perdido por los años.

La noche estaba por caer, Adrien y Marinette salieron de la cafetería en dirección al parque para ir a sus apartamentos. Mientras caminaban vieron como unos niños estaban golpeando a un anciano que se quejaba en el suelo, por intentar tomar su bastón.

- ¡Niños, ¿Qué le están haciendo al señor?! - gritó Marinette, pero los niños se fueron al escucharla. Los dos chicos levantaron al anciano con su bastón, sentándolo en una de las bancas - ¿se encuentra bien, señor?

- Estoy bien hija, muchas gracias - contestó el anciano, mirando los ojos de la chica - estoy muy débil y esos niños se aprovecharon de mi condición.

- Lo bueno que llegamos a tiempo - le sonrió, sentándose a su lado - si quiere lo podemos llevar al hospital.

- No se preocupen, ya estoy mejor - Miró primero al chico y después a la azabache - ¿Cuál es el nombre de estos chicos tan serviciales?

- Él se llama Adrien y el mío es Marinette - escuchando aquellos nombres al anciano le brillaron los ojos.

- Qué bonitos nombres tienen - Asintió cerrando los ojos, mientras miraba a los dos jóvenes - gracias por todo, pero tengo que irme. A propósito mi nombre es Wang Fu.

El anciano se levantó de aquella banca con ayuda de su bastón caminando lentamente. Llevaba una sonrisa en sus labios, ya que su fase de estar en encubierto había terminado. Sin embargo, los chicos de ojos azules y verdes se fueron a sus edificios a descansar después de un largo día.

- Muchas gracias, Marinette por aceptar mi invitación - la observó directamente a los ojos con una sonrisa - Me divertí mucho.

- Yo soy la que está agradecida, gracias por escucharme - le extendió una mano que fue correspondida por el rubio - Que tengas buena noche, Adrien.

- Buenas noches, Marinette - soltando su mano, levantándola para despedirla cuando entró a su edificio.

⚘⚘⚘

Holis!!💖

Sé que este capítulo era ayer pero tuve, algunos problemas.

Ya conocemos algo de la vida amorosa de Marinette, ¿repercutirá en el futuro?👀

Además, ¿quién es ese señor llamado Wang Fu? será la pieza clave en esta historia.

Eso lo sabremos más adelante😉

Mañana voy a publicar dos capítulos, el de hoy que va a estar tempranito y el de mañana.

Nos leemos luego!!💖

6 de Abril del 2022

⚘Mi felicidad es junto a ti⚘ [Adrinette April 2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora