⚘9. Bomboncito⚘

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Había pasado una semana desde que Marinette recibió la caja con aquel mensaje de Luka, tuvo varios días sin poder dormir pensando en el momento que llegaría a su apartamento y la agrediera. Desde que fueron novios siempre fue así posesivo, agresivo y obsesivo. Marinette se arrepintió tanto de llegar a tener una relación con él cuando al principio no la trataba de esa manera, pero como dicen "jamás terminamos de conocer a las personas".

Era sábado, uno de esos días donde el viento soplaba fuerte para esa época del año, Marinette llevaba mucho tiempo sin ver a sus padres. Sabía que necesitaban ayuda con la panadería, por ende, decidió ir a visitarlos.

Escogió una ropa cómoda con unos botines rojos con un pequeño tacón y salió de su apartamento.

Al salir del edificio, se encontró con esas hermosas esmeraldas de los ojos del rubio chocando con sus ojos azules que combinaban con el cielo.

- Hola, Marinette - le sonrió Adrien, la detuvo por los hombros antes de hacer contacto con su torso - Qué casualidad que te veo, quiero hacerte una propuesta, ¿tienes tiempo?

- Hola, Adrien - le contestó Marinette, mirándolo con una sonrisa en sus labios - Si es para salir a algún lado no puedo, voy a la casa de mis padres, tú sabes que ellos necesitan ayuda en la panadería y quiero estar con ellos todo el día.

- ¡Oh! Ya veo - Exclamó el rubio, soltando a la chica pero sosteniéndole la sonrisa - No quieres que te acompañe, no quiero estar solo el día de hoy.

- No lo sé - dudó Marinette, mientras veía al chico con entusiasmo en sus ojos - No solamente voy a visitarlos, sino que a trabajar con ellos y no quiero abusar de tu confianza con tareas tan pesadas.

- ¡Por trabajo! No te preocupes - replicó el rubio, acercando su mano hacia su pecho y poniéndose firme - Aquí está tu esclavo personal.

- No quiero un esclavo - se burló, sacando una risa inocente al ver el gesto del chico - pero está bien, acepto que vayas a ayudar.

Marinette se río de nuevo mirando los gestos de celebración de Adrien, así que sin más tiempo que perder, ambos se fueron caminando a la panadería de Tom y Sabine.

Cuando llegaron a la panadería, el lugar estaba solo sin ningún cliente, era muy extraño que estuviera solo a esas horas, pero seguramente los clientes llegarían pronto. Al abrir la puerta, la campanilla sonó, saliendo inmediatamente de la puerta trasera la madre de Marinette.

- Bienve... ¡Marinette! - los ojos de Sabine, cambiaron radicalmente, acercándose a su hija para abrazarla - te extrañe mucho, hija. Pensé que ya no te vería por aquí.

- Ay, mamá no llores - le dijo con una sonrisa Marinette, separándose un poco para limpiar la lágrima que recorría su mejilla - Tenía mucho trabajo en la compañía y no me daba tiempo para venir.

- Ya veo - se separó de su hija, observando a Adrien que estaba a su lado - y este chico tan guapo de dónde salió.

- ¡Ah! Disculpe - expresó el rubio, dirigiéndose a Sabine - Mi nombre es Adrien Agreste, soy amigo de su hija.

- ¿Seguro que no es tu novio, Marinette? - especuló Sabine, entrecerrando los ojos - porque a mí me lo parece.

- Claro que no, mamá - contestó apenada, mientras veía a Adrien de reojo - Además es mi jefe prácticamente.

- ¡Ajá! - dudó de sus palabras por el gesto que hacia - Bueno, tu papá estará muy feliz de verte - gritó - ¡Tom, Marinette está aquí!

- ¡Marinette, bienvenida a tu casa y tu novio también! - salió Tom de sorpresa, abrazándolos después de escuchar toda la conversación de su esposa con su hija - Me alegro que hayas venido.

- Solo soy su amigo, señor Tom - dijo con una sonrisa apretada por el abrazo - y vine a ayudar a su hija con la panadería.

- Realmente eres un bomboncito - apretando un poco al chico y después soltándolo - espero que muy pronto sean novios.

- ¡Papá! - protestó Marinette - no digas eso, y ¿Por qué le dices bomboncito? - le cuestionó.

- No ves esa carita tan hermosa - Aludió Tom, mirando primero a su hija y después a Adrien - ¿verdad que no te molesta?

- Claro que no, señor - dijo con una sonrisa penosa.

- ¡Ay papá, tú y tus cosas! - tocó su cabeza Marinette en señal de negación, mientras todos se reían.

Ambos pasaron un día hermoso, trabajando en la panadería y compartiendo con los padres de Marinette, estaban muy contento que su hija tuviera a ese chico cerca, aunque dijeron que no eran novios, ellos estaban seguros que algún día lo serian.

Salieron de la panadería al caer la noche, antes sin llevarse una variedad de cosas dulces de aquel lugar. Ya estaba muy obscuro, así que tenía que darse prisa para llegar a sus apartamentos.

- Perdón, por el sobrenombre que te dio mi padre esta mañana - comenzó a decir Marinette, caminando junto al chico - él se emociona mucho con los chicos que venían a mi casa y parece que nunca se le quitara ese modo.

- No tienes de que disculparte - expresó Adrien, sonriendo al recordar ese sobrenombre - "Bomboncito", irónicamente me recuerda algo que me dijeron hace tiempo como "Querido bomboncito, desde que te conocí hay dos soles en mi corazón, brillan tanto que cada vez que te veo me derrito..." no recuerdo lo que sigue ni quien lo dijo, de seguro fue un sueño.

- ¡Woow! Querido bomboncito - Se burló Marinette, mirando divertida al chico - Eso sonó tan poético, felicito a la autora.

- No te burles - se rieron juntos, situándose cerca del edificio de la azabache - Nadie se puede resistir a este bomboncito.

- ¡Así como no! - Ironizó la chica con un puchero en sus labios - Bueno ya llegamos - Pausó un momento - te puedo pedir algo, ¿me puedes dar un abrazo?

- Claro que sí, con todo gusto - Asintió el rubio con una gran sonrisa.

Sus cuerpos hicieron contacto, fundiéndose en un abrazo que les dio tanta paz que liberaron todos las tensiones que poseían. Ambos sonrieron aliviados, no quieran separarse permaneciendo en esa posición por unos segundos.

- Gracias por todo, Adrien - separándose de aquel contacto, observando directamente sus ojos esmeraldas - Buenas noches y que descanses.

- Igualmente, Marinette - le sonrió, viendo como ingresaba al edificio.

Marinette se sentía muy feliz por todas las cosas que pasaban en su vida y eso incluía al chico rubio del otro edificio. Abrió la puerta de su apartamento, pero toda su alegría se desplomó cuando escuchó la voz que estaba a sus espaldas.

- Veo que ya me reemplazaste - dijo la voz ronca, acercándose a la puerta - pero ya estoy de vuelta mi amor, me extrañaste.

⚘⚘⚘

Hola de nuevo!!💖

Quería hacer algo diferente con esta parte, sé que algunos padres no dirían eso a un muchacho, pero mi papá así es y no aguante las ganas de ponerlo xD

Pero lo me deja boquiabierta es el final del capítulo😱😱 ¿qué va a pasar Marinette? ¿vendrá alguien a defenderla?

Solo lo sabremos en el próximo capítulo😉

Nos leemos luego!!💖

9 de Abril del 2022

⚘Mi felicidad es junto a ti⚘ [Adrinette April 2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora