Abrió sus ojos la azabache observando el techo de su habitación, estaba tan sorprendida que Adrien la escuchara y comprendiera cada punto de su conversación. Realmente era un chico extraordinario, pero para ella comenzar una relación nueva era muy difícil y más con lo que dejó en Londres con aquel idiota.
Era domingo y un día antes para comenzar su trabajo en la compañía Agreste, así que tenía que descansar ese día para estar lúcida para el lunes.
Se levantó de la cama, caminando directamente hacía la cocina para prepararse su desayuno. Sacó los ingredientes que necesitaba y encendió la estufa.
- ¿Qué pasa que la estufa no enciende? - Se puso en cuclillas, revisando la parte baja del gas - Ay no, se acabó el tanque del gas.
Se levantó de aquella posición para pensar que iba hacer, sabía que era domingo y no encontraría a alguien para que viniera a suministrarle gas para la estufa.
Marinette llamó a uno de los encargados del edificio y le dijeron que a más tardar mediodía lo tenían resuelto. Después de colgar pensó cómo prepararía su desayuno ese día si todo lo tenía que hacer en la estufa.
Tuvo una idea pero le daba vueltas en su cabeza, porque no quería que Adrien pensará que se estaba aprovechando de él. Suspiró por debajo, siguiendo sus instintos y su estómago; se fue a cambiar de ropa, tomó unos ingredientes de su cocina y se dirigió al edificio de Adrien.
Tocó tres veces la puerta con el puño cerrado, al principio no se escuchaba absolutamente nada, pero después de unos segundos se escuchó la voz del rubio que se aproximaba a la puerta.
- ¡Marinette! - se sorprendió Adrien después de abrir la puerta, al ver esos ojos azules que lo veían - ¿Qué haces aquí tan temprano?
- Verás, tuve un problema con la estufa y quería saber si puedo preparar mi desayuno aquí, de paso te invitó a ti - sonrió, la azabache levantando las bolsas con los ingredientes - si no es tanta la molestia.
- Claro que no molestas, eres bienvenida cuando quieres - señalo la puerta para que ella entrara - Muchas gracias, por invitarme precisamente estaba por cocinar algo.
- ¿Qué te parece si cocinamos juntos? - le preguntó, colocando los ingredientes en la mesa de la cocina - así podríamos preparar y comer más rápido.
- Me parece bien tu propuesta - sonrió de lado, mientras sacaba los utensilios y sartenes - pues bien, siéntete como en casa, ¿Por dónde empezamos?
Marinette le pidió a Adrien que colocará la tetera para el café, mientras que ella sacaba los ingredientes de la bolsa, para picar el tomate, la cebolla, el tocino y lo demás para preparar dos omelette. Después de picado los ingredientes, el de los ojos verdes tomó un mol transparente para mezclar todo con los huevos y agregarlo a la sartén para la cocción.
Los dos se divertían mezclando los ingredientes, gracias a Adrien se le ocurrían unos chistes tan malos que hacían reír a Marinette, hasta que esta posó sus ojos en el felino negro de ojos verdes que se estaba estirando en el sillón.
- ¡Qué bonito gatito! - Aludió la azabache, acercándose al minino para tocarlo - ¿Cómo te llamas, pequeño?
- Su nombre es Plagg - Mencionó Adrien, moviendo la sartén mientras la veía - Es un gato bastante mimado y sabes lo qué come.
- ¿Qué cosa? - preguntó, prestándole atención a la respuesta.
- ¡Solo queso camembert! - se burló, separándose de la sartén para cruzar los brazos - No sabes cuánto gasto en ese gato.
- Ay, pero se ve tan tierno - sonrió, tocándole la panza al gato.
El rubio solo la observaba como acariciaba a aquel gato, se veía hermosa haciéndole esas cosquillas en la pancita. De pronto, no se fijó que había agarrado mal la sartén, quemándose la mano al hacer el contacto.
- ¡Ay, Dios! - se quejó, metiendo la mano en el agua.
- ¿Qué pasó? - se levantó Marinette del sillón, dirigiéndose a la cocina donde estaba Adrien rojo del dolor - Ay no, ¿Tienes el botiquín de primeros auxilios?
- Sí, esta en la gaveta de la derecha - le señaló. La azabache caminó hasta la gaveta sacando el pequeño maletín.
Se acercó a Adrien, sacó con cuidado la mano del agua, le aplicó un ungüento sobre la zona lastimada y lo vendó. Seguidamente después de terminar, la de los ojos azules posó sus labios sobre el vendaje de la mano.
- ¿Qué fue eso? - le dijo sorprendido, abriendo más sus pupilas verdes.
- Fue algo que me enseñó mi mamá - levantó su cabeza, para ver los ojos del chico - si quieres que una herida se cure rápido, tienes que darle un beso con mucho amor.
En ese momento se miraron fijamente como si sus ojos mezclados azules y verdes estaban obligados a sostenerse todo el tiempo sin parpadear, escrutándose cada facción del rostro mientras que sus corazones comenzaban a latir sin control, pero todo acabó cuando la tetera sonó sacando todo el aire.
- Creo que el omelette se quema - dijo Marinette tragando con dificultad, apartándose de la mano de Adrien - No te preocupes, ya verás que muy pronto sanara.
- Hay algo que quiero preguntarte - interrogó, cuando la de los ojos azules sacaba el omelette de la sartén - ¿Por qué usas tacones rojos todo el tiempo?
- No sé, es una conexión que tengo con el color rojo - le contestó, colocando la comida en los platos - Aunque quiera comprar de otro color, siempre los compro rojos, como si me sintiera más poderosa con esa tonalidad - sonrió - Y bien, ya está lista la comida.
Ambos fueron a la mesa a disfrutar su desayuno, compartiendo un momento mágico que solo ellos dos podían compartir.
⚘⚘⚘
Hola!!💖
Ya solo me falta un capítulo para estar al día y lo subiré más tarde.
Bonito momento cocinando juntos y ¿qué fue esa escena? Creen que haya algo entre ellos en el futuro👀
Eso lo veremos en los próximos capítulos😉
Nos leemos luego!!💖
7 de abril de 2022
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⚘Mi felicidad es junto a ti⚘ [Adrinette April 2022]
FanfictionA pesar del tiempo, el amor entre dos personas es genuino y sin mancha. Una pérdida de los recuerdos hacen que Adrien y Marinette se vuelvan a encontrar después de varios años, sin ser capaz de recordar el amor que se juraron tener un día cuando era...