16

2K 336 66
                                    

Nota de la autora. Ahora si gente, agárrense duro porque vengo con una actualización después de algún tiempo Uwu

Pd. Con un poco de imaginación y buena voluntad, como diría un profe, imaginemos que el lugar de Deku lo ocupa la protagonista.



Una espera eterna

•••

—Buenos días, (Nombre).

Quizá creer que serías la única que se levantaría temprano ese domingo no era del todo cierto, o al menos no si recordabas que tenías a un vecino madrugador como Toshinori Yagi. Tras cerrar tu departamento con un par de maletas diste media vuelta para regresarle el saludo sin percatarte de la mirada escrutadora que le dirigía tu pequeño equipaje, creándose ideas que no iban nada encaminadas a tus planes reales, y una gran inseguridad por creer que te marchabas se instalaba en su pecho.

—¿A-a dónde irás? —se atrevió a cuestionar deseando no pensaras que era un chismoso o que te molestaras por lo curioso que era.

—Haré un pequeño viaje —respondiste encogiéndote de hombros con una pequeña sonrisa—. Volveré en unos días.

Él creería que no lo notaste, pero lograste ver como la tranquilidad lo envolvía en su totalidad al adoptar una postura más relajada, y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro. Quizá te pareció un poco extraña esa reacción de su parte, pero luego te hiciste a la idea de que tú eras la única vecina con la que quizá había establecido una buena relación de conocidos, mientras que al resto simplemente les saludaba por cordialidad antes de ingresar a su departamento con cierto apremio.

—¿Llevas mucha prisa? —cuestionó él.

—La verdad... es que no estoy segura —respondiste llena de dudas—, no sé si quiero irme cuanto antes o permanecer un rato más aquí —te sinceraste recodando lo sucedido el día anterior. La sola idea de creer que Shoto acudiría a tu departamento te carcomía por dentro a la vez que creer que podrías encontrarlo por las calles. Eras un manojo de nervio oculto detrás de dos pequeñas maletas, y Toshinori podía sentirlo, aunque no estaba seguro del motivo.

—Justo iba a desayunar... ¿Te apetece acompañarme? Puedes pensar mejor qué hacer mientras tomas una taza de café —sonrió poniendo sobre la mesa su apetitosa oferta y tus tripas no tuvieron que pensarlo mucho cuando la idea de comer surcó tu mente, pues no habías desayunado.




—¿Puedo preguntar el motivo de tu pequeño viaje? —inquirió el rubio antes de darle un sorbo a su café, observándote a través de la taza humeante y deliciosa que probaba por quinta vez esa mañana.

Lo pensaste un poco, dejando tu taza sobre la mesa solo para mirar su contenido ¿A Toshinori le interesarían los temas amorosos? ¿Sería bueno hablarlo con él? ¿O quizá poner cualquier pretexto como un viaje del trabajo era lo mejor? Cual fuera el caso, debías responder y aunque quisieras negarlo, ahora que lo pensabas, te preguntabas si él tenía una esposa o si se casó en el pasado. Sin embargo, no estabas segura qué responder. Lo pensaste algunos segundos, los suficientes para no hacerle creer que te incomodaba su pregunta o no deseabas responder; veías tentadora la opción de mentir, pero al ver su rostro sentiste que debías contarle la verdad, que de él obtendrías aquel consejo que esperabas escuchar... extrañamente podías asemejarlo a un padre y no te explicabas el por qué.

Cᴀᴢᴀᴅᴏʀᴀ ᴅᴇ ᴄᴀᴢᴀᴅᴏʀᴇs |Kᴀᴛsᴜᴋɪ Bᴀᴋᴜɢō|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora