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Encuentro

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Aquellas reuniones a las que asistía le aburrían completamente, no eran de su completo interés, pero le servirían para tener información que le permitiera estar un paso más adelante de los cazadores ilegales y tener el tiempo suficiente para organizar el siguiente movimiento de "Las sombras" donde tú y Midoriya trabajaban por las noches. A él le hubiera gustado despejarse un momento y sacar por medio de disparos de tranquilizantes su frustración y estrés generados por las exigencias de su padre.

En esta última reunión Enji Todoroki lo presentó ante la Unica Asociación de Cazadores como uno más dentro de la profesión, aunque no de forma oficial, destacando sus habilidades que solo se dedicó a pulir con el objetivo de detenerlos de forma anónima y secreta.

Aquella junta tomó lugar en el centro de la ciudad, en una de las propiedades del también presidente de ésta cerca de las ocho de la noche siendo una cena formal entre los tantos cazadores profesionales. Shoto pasó toda la noche conviviendo con cada uno de ellos y haciéndose de información valiosa en cuanto a sus tácticas de caza y sacando estadísticas sobre qué animal era más valioso en diferentes temporadas.

Oyó el rumor de la existencia de lobos con pelajes exóticos, fuera de lo normal, pues en el mercado negro se mostraron fotos de uno con pelaje dorado y un par de zafiros, al principio como un trofeo, pero finalmente se ofrecía una recompensa por él a quien lo encontrara. Desde entonces el aumento de la caza ilegal en los bosques de Somalia se debe a ese rumor de origen desconocido y con ello el trabajo de "Las Sombras", un grupo al que los integró años después de conocerlos a Midoriya y a ti junto a más personas con el objetivo de evitar la caza de aquellos animales.

Durante esa noche no pudo dormir pensando en cómo la estuvieron pasando ustedes, en los posibles riesgos al enfrentarse a un grupo de cazadores liderado por uno de los más buscados. Esperaba no tener bajas en su grupo y mucho menos de los animales.

Permanecía sentado al borde de su cama, con su camisa blanca puesta y arrugada, al solo recostarse sobre ella sin desatenderla, y su pantalón oscuro conformando su traje. La luz natural lograba entrar a su habitación adquiriendo intensidad a medida que pasaban los minutos. Pensaba, ideaba planes y se decidía en tomar la propuesta de su padre, aún faltaba tiempo para ello, un año exactamente, para poder ingresar de manera oficial a la Única Asociación de Cazadores y tomar el puesto de su padre, algo que no deseaba, pero estaría dispuesto a tomar con tal de desintegrarla y terminar con la caza de animales.

Por otra parte, no dejaría en manos de cualquiera organizar un evento para él, optaba una persona cercana y que le conociera bien para organizarlo y seguro que su padre deseaba fuera lo más grande posible para presentar a su hijo frente a sus colegas importándole poco el costo que tuviera. Confiaba plenamente en ti para cederte la oportunidad y darte a conocer en la organización con tal acontecimiento del año.

Su teléfono empezó a sonar, una llamada entrante proveniente de ti que lo sacó de todos sus pensamientos además de ser la oportunidad de darte un trabajo que representaría reconocimiento hacia ti y tus habilidades en la organización de eventos.

Sin dudarlo, ni dejando que sonara por más tiempo, respondió. Te escuchó hablar, pero no necesariamente a él, hablabas diferente y supuso que Midoriya estaba contigo. Los murmullos del canal de noticias eran poco perceptibles para él manteniéndolo al margen de lo que sucedía contigo y el peliverde.

-Shoto, debemos hablar... -te oyó decir en un susurro. La incertidumbre tocó a su puerta, se puso de pie calzándose sus zapatos, tomo dirección al acceso de tu habitación y, con la mayor rapidez que le permitía su cautela en salir del gran edificio, camino por los pasillos cuidando el resonar de sus zapatos. Llegó al elevador esperando a que las puertas se abrieran cuando presionó el botón para bajar a la primera planta.

Cᴀᴢᴀᴅᴏʀᴀ ᴅᴇ ᴄᴀᴢᴀᴅᴏʀᴇs |Kᴀᴛsᴜᴋɪ Bᴀᴋᴜɢō|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora