Cᴀᴢᴀᴅᴏʀᴀ ᴅᴇ ᴄᴀᴢᴀᴅᴏʀᴇs |Kᴀᴛsᴜᴋɪ Bᴀᴋᴜɢō|

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Confianza y seguridad

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Se mantenía pensativo. Todo había pasado tan rápido que apenas tuvo el tiempo de asimilarlo cuando su padre lo mandó llamar solo para preguntarle cómo estaban los preparativos para su reconocimiento como cazador de profesión. Shoto se había ido tan pensativo e incrédulo a la pequeña reunión con que no prestó atención a lo que el mayor decía y preguntaba hasta que alzó la voz.

Te habías quedado grabada en su mente. Tu mirada llena de ira, impotencia y tristeza lo acompañaban hasta la oficina de su padre y solo se dedicó a responderle brevemente esperando que lo dejara marchar para poder ir a buscarte o llamarte, pero no tuvo la oportunidad de hacerlo por tres razones: la primera, porque su padre se atrevió a usar todo su tiempo por ese día en cuestionarle si había estado practicando duro para impresionar a sus colegas, si bien faltaba poco menos de un año, a él le urgía saber si su hijo estaba preparándose para ese gran día; segunda, cuando por fin creyó tener algo de tiempo para él, Momo se presentó en su oficina sin avisar, no era inoportuna su visita, le sentaba bien verla después de tanto aquel día; y tercera, que te conocía lo suficiente para saber que no le responderías sus llamadas y mensajes hasta encontrar la calma que necesitabas, y él no quería agobiarte.

Lo tomaste por sorpresa, completamente desprevenido cuando confesaste tus sentimientos. No negaría que tu forma de hacerlo fue inesperada, pero podría imaginarte hacerlo con otra persona que no fuera él, porque sabía que no eras de esas chicas que se expresaban tan fácilmente, ser un poco brusca y lanzada era lo tuyo, después de todo no le sorprendía si consideraba todas las que le habías hecho en algunas cacerías, viéndose obligado a quitarte ese papel de futura kamikaze cuando se trataba de salvar a los animales silvestres. Sin embargo, seguía sin poder asimilar tus sentimientos.

No le había molestado en absoluto, se habría sentido halagado y afortunado de saber que una persona como tú lo estimaba demasiado, pero sabía que no podría corresponder a tus sentimientos porque su vida ya estaba decidida por su padre, algo así como un trato que la familia Todoroki y Yaoyorozu habían hecho para fortalecer sus lazos y profesiones. El de Enji Todoroki por ser un cazador de profesión reconocido, y la familia de su prometida por ser dueños de una de las fábricas de artillería reconocidas en el país. Aquello solo podía significar que ambas familias crecerían precipitadamente si había un compromiso entre sus primogénitos, creando revuelo y popularidad entre los cazadores y un mayor negocio para la fábrica de armas.

Todo era un mero compromiso. Pero no tuvo el atrevimiento de decírselos tiempo atrás porque no era algo de lo que él estuviera orgulloso en comentar, sobre todo a ustedes, sus mejores amigos. Pensó que tanto Izuku como tú le cuestionarían su motivo para aceptar algo que no quería, pues desde un inicio no estuvo de acuerdo y tenía planes para zafarse de ese maldito compromiso..., pero, a esas alturas, ya no se cuestionaba la idea de desistir en comprometerse con Momo. Pues con el paso de los meses, el irla conociendo y descubrir que la chica se sinceró en tampoco estar de acuerdo con ese compromiso, se permitieron conocerse en el plazo establecido para casarse y no negaría que la chica era linda, lista e incluso le borró su errónea idea de ser una chica caprichosa, porque no lo era. Había encontrado un complemento en la azabache que lo llevó a fijarse en ella, y era mutuo.

Quizá. Si en el pasado hubiera sabido tus sentimientos hacia él, tal vez se hubiera dado la oportunidad de llevar esa amistad que tenían a algo más..., sin embargo, las cosas sucedieron de otra manera y a él, a pesar de lo sucedido y de lo que llegaras a pensar luego de confesarte, no le agradaba la idea de distanciarse contigo, porque te apreciaba y confiaba en que alguien más llegaría a ti, que por algo tardaste decirle cómo te sentías, aunque fuera con gritos.