Cariño

15 - ¿Te vas a ir?

Observé sus manos por un momento, tiene un lunar pequeño en su mano izquierda, cerca del dedo medio.

- Me entere de que tengo una casa en Italia que me heredó mi tía... Mis papás me están obligando a irme para Canadá o Gran Bretaña apenas me gradué. Me están haciendo una propuesta de modelaje en Canadá para Calvin Klein, quiero hablar con la jefa de Victoria Secret's para ver si me dan el trabajo de modelo en Italia.

- ¿Te vas a ir? - Preguntó con voz triste.

- Si no me voy a Italia, me obligarán a irme para Gran Bretaña, mi madre quiere que me case con él hermano del esposo de Sara, mi hermana. Yo no quiero eso, si me voy a Italia me liberare de mis padres y te podrías ir conmigo.

- Yo no quiero que te cases con alguien que no sea yo...

- Yo no me quiero casar con nadie a menos que seas tú. No tengo muchas opciones, se que soy mayor de edad pero mis padres me mantienen.

- Yo voy a publicar mi novela, tengo suficiente dinero para mantenerte a ti y a tres personas más. No te vayas...

- No quiero que nadie me mantenga, quiero trabajar y tener mis cosas con mi sudor.

- No quiero que te vayas.

- Yo no me quiero alejar de ti.

- Aún tienes tiempo para pensarlo... Si te tienes que ir no hay problema.

- ... - Iba a responder pero mi teléfono sonó, mire y era Brooke.

Contesté.

- Oye ¿Puedes venir por nosotros? - Me preguntó Brooke.

- Si claro, llegó en diez.

- Okey.

Colgó.

- Tengo que ir por los chicos... Hablamos de eso luego, te prometo que lo voy a pensar.

- ¿Te puedes quedar a dormir hoy?

- Hoy no puedo, mañana en la mañana tengo que llevar a mis padres al aeropuerto.

- Bueno... Nos vemos mañana en la universidad.

- Si mi amor, en la universidad - Le di un abrazo fuerte - Perdón pero tenía que contarte...

- No te preocupes, es tu futuro y está bien si te vas - Me susurró, dejo un beso en mis labios - Te quiero.

- Yo también te quiero, nos vemos mañana - Le di otro beso y me fui.

Subí al auto y fui por los chicos.

- Hey - Subió Brooke y se sentó en el asiento de Paula.

- Hola - Entraron Calum y Dante.

- Hola - Los salude y arranqué.

- ¿Que pasó? ¿Por qué esa carita? - Preguntó Brooke.

- ... - Suspiré - Cuándo me gradué me voy a Italia, Canadá o Gran Bretaña - Dije.

- No es cierto... ¿ESTAS BROMEANDO SADIE? - Preguntó Dante gritando.

- Ojalá fuera una broma - Susurre.

- ¿Que hay de tu romance con Paula? - Preguntó Brooke.

- No lo sé - Mis ojos se cristalizaron - No me quiero ir, pero no tengo otra opción... Si no me voy por mi cuenta mis padres harán de las suyas, son capaces de todo. Yo no quiero irme, juro que no quiero... Quiero estar con Paula, poder despertar a su lado todos los días y verla siempre, bailar bajo la lluvia otra vez, pasear de la mano con ella. No quiero estar lejos de ella - Detuve el auto a un lado de la carretera cuando las ladrimas comenzaron a caer por mis mejillas.

Baje del auto y caminé a la parte de atrás de esté, me senté sobre la maletera. Cubrí mis ojos con mis manos, algo que de verdad odio es llorar o que me vean llorando.

- Sadie... - Se acercó Calum - ¿Puedo sentarme?

- Si... - Susurre.

- Oye, cuando tienes pocas opciones debes intentar buscar otras, no te cierres las puertas a nuevas cosas. Paula debería entender que no tienes otra opción, pueden buscar alguna juntas, intentar no separarse. Si, a veces creemos que es difícil pero si lo intentan verán que no es difícil. Solo es cuestión de intentar.

-No puedo quedarme aquí, Calum.

- El sueño de Paula es irse a Italia - Dijo Dante apareciendo por mi lado derecho.

- Podemos ayudarles, ella no se ha ido es por la boutique - Dijo Brooke.

- Aún tienes dos meses para pensar y planear las cosas - Me dijo Dante - Es suficiente tiempo.

- Si se trata de trabajo mi papá aún necesita ayuda en la compañía - Dijo Brooke.

- Son increíbles ahí, lo digo porque estoy trabajando con ellos - Dijo Calum.

- Además tu trabajo sería de los más simples, le digo que te contrate como mi secretaria, no harás nada porque yo no hago nada y te pagarán muy bien - Me dijo Brooke.

- Si trabajas por estos dos meses podrás tener suficiente dinero para vivir como por cuatro meses o más - Dijo Dante.

- Hasta más, el otro problema sería Paula con su boutique - Dijo Brooke.

- La casa la tengo, de resto tengo dinero para vivir como por tres meses con ella y los cachorros, que dentro e dos meses ya no serán tan pequeños.

- No puede ser, que linda, piensas hasta en las crías - Dijo Calum y se secó una lagrima falsa, reí.

- Es en serio, no quiero estar lejos de ella...

- Mira te vamos a ayudar, haremos lo posible para que puedan estar juntas pero tienes que ayudar tu también y sacar todos los pensamientos negativos. Solo aceptanls buenas vibras y ganas de salir adelante en el amor - Dijo Brooke - Qué cursi sonó eso, a veces me doy asco - Reímos.

Mi teléfono sonó, es Paula.

- Contestale tu - Le pedí a Brooke, aceptó la llamada.

- Claro que estamos bien, no me estas viendo pero estoy saltando en un pie... No mujer, estamos llevando a Calum... Está manejando... No puede, podemos chocar si se desconcentra... ¿Por qué lloras?... Es que te escuchas como si estuvieras llorando... Volvemos en un rato yo la cuido - Le colgó.

- ¿No vas a dormir en la casa hoy? - Preguntó Dante.

- No, tengo que llevar a mis padres al aeropuerto en la mañana - Respondí.

Subimos de regreso al auto.

- Opino que deberías dormir en la casa, te despiertas temprano y los llevas, creo que Paula estaba llorando... No se sólo digo - Dijo Brooke.

- El aeropuerto queda a diez minutos de la casa, no está lejos y si te despiertas temprano llegas a tiempo - Dijo Dante.

- ¿Calum, te gustaría dormir hoy en la casa? - Preguntó Brooke.

- Bueno mañana no tengo nada que hacer... Esta bien, si quiero - Dijo Calum, cuando esas palabras salieron de su boca conduje lo más rápido que pude hasta llegar a la casa, no duré ni cinco minutos para llegar.

- Ve, si está llorando solo abrazala - Me dijo Dante.

Subí las escaleras y entre, estaba acostada abrazando a Trueno dándole la espalda a la puerta. Me acosté a su lado y la abracé por la cintura pegando su cuerpo al mío.

- ¿Por qué lloras? - Pregunté en un susurro.

- No estoy llorando... - Dijo con la voz temblorosa.

- ¿Por qué me mientes? - Pregunté.

- No quiero separarme de ti - Dijo llorando, la abracé aún más fuerte.

- No nos vamos a separar, te lo prometo... Haré lo posible para que estemos juntas - Dije y se dio la vuelta.

- ¿Lo prometes? - Preguntó hundiendo su rostro en mi pecho.

- Te lo prometo mi niña.