Capítulo 7

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Tenía todo mi cuerpo adolorido, me costaba respirar, quería abrir los ojos pero eran más pesados que el plomo, hice un último intento y los pude abrir, estaba echada en una cama, intento levantarme pero me caigo sobre la cama.

-Será mejor que no intentes hacer fuerza, estas muy débil.- escucho la voz de una mujer, hago un último intento y logro sentarme, entonces veo a una mujer, no era vieja pero tampoco una jovencita, era linda, tenía los ojos color miel, cabello negro azabache, labios color rojo como la sangre y unas enormes alas negras igual que las de Ni..Nicolás.

-Dónde estoy?.- digo con los ojos llorosos.

-Eso no importa.

-Como llegue aquí?

-Pues te traje.

-Por qué me salvaste?

-Pues venias volando como loca, te vi, me acerco un poco y cuando me acerco más estabas desmayada, me diste pena y te traje, no se ve un ángel todos los días, en realidad nunca.

-Pero yo...yo no soy un ángel.

-Y como explicas tus enormes alas blancas niña genio..

-Pe..pero si tú tienes alas negras, tu eres un demonio, tu no me deberías salvar, debiste entregarme, por...porque lo hiciste?.-Digo intentando parecer lo más calmada posible.

-Mira, no hagas tantas preguntas si enserio no quieres que te entregue a ellos. Te deje un poco de pan en la mesa y agua por si quieres, volveré en 2 horas, por nada del mundo no intentes salir, a parte si sales no duraras mucho afuera y por lo que veo no sabes ni en donde estas.- entonces la escucho irse, ni siquiera cerró la puerta con llave, y tiene razón, no tengo idea de donde estoy.

Tengo tantas preguntas sin respuesta, me siento traicionada, yo confié en Nicolás cuando no tenía razones para hacerlo, simplemente lo hice. Las lágrimas empezaban a caer sobre mis mejillas. Por qué ayer después de verlo no me asuste? Por qué yo tengo alas? Por qué confíe en el?.

Las preguntas salían de mi cabeza una por una hasta que me agarro hambre, al principio no quería comer, pero el hambre era tanta que ya no pude resistirme y comí.

Luego de comer lave los platos y acomode la cama, vi que no había luz eléctrica y solo alumbraba un mechero, le deje una carta agradeciéndole por todo.

Abrí la puerta y salí, en realidad no fui afuera, había una escalera que llevaba arriba, el olor a humedad era intenso cosa que me di cuenta que estábamos bajo tierra, cada escalón que subía la luz se hacía más intensa hasta que llegue a la superficie, la luz me cerro los ojos y espere a que estos se acostumbraran, cuando los abro bien me di cuenta que estamos en una especie de bosque, entonces se me vino a la cabeza:

"Para ser el infierno no esta tan mal"

No sé por qué pensé eso, pero estaba segura que si Nicolás era un demonio donde más me podría llevar?

Empecé a caminar, camine por unos 40 minutos y llegue al lago con el que me había encontrado antes de desmayarme, entonces me miro y veo dos enormes alas atrás mío, una estaba vendada, intento tomármelo con calma, como yo puedo tener alas? Yo no puedo ser un ángel eso es imposible, pero cómo?

Algo interrumpe mis pensamientos y me hace caer, algo o alguien cae encima de mí.

-Ca...Carolina.

-Nicolás.- Mi corazón empieza a latir fuerte, pero no de miedo sino de rabia, nos levantamos.

-Te.. te estuve buscando.

-Para qué? Para matarme?.-lagrimas caían de mis ojos.

-Carolina...

-Confíe en ti hasta llegue a pensar que me enamore en un día, pero sabes lo que siento ahora, traición, odio, odio hacia ti. No sé cómo pude hallar normal que tuvieras alas y aun así confiar, no sé cómo llegue a tener alas, estoy confundida.- Lloraba y no paraba, él me quiso abrazar y lo negué, lo empuje con tal fuerza que lo hice caer.

-Carolina, cálmate...

-No, lo haré.- digo mientras él se levanta.

-Un ángel como tú no puede sentir odio, te hará mal.

-No me importa, sabes por qué? Porque yo no soy un ángel.

-No digas cosas que luego te puedas arrepentir.

Yo solo lloraba.

-Los Ángeles no deberían llorar por el daño que le hizo un demonio como yo, pero ahora déjame protegerte.

-Y volver a confíar en ti?, En alguien que quiso matarme?, Por favor Nicolás, no me hagas reír, ahora llévame a casa que ayer no supe como regresar.- le ordené.

-Ayer? Carolina, ya ha pasado más de un mes, te busque por todos lados, volví a ir a tu casa pero no te encontré, estaba sin rumbo, como un loco buscándote hasta que me di un respiro, y mira, vaya grata sorpresa.

-Un mes?

-Al parecer pediste la noción del tiempo.

-Enséñame el camino a casa.- digo decidida a no seguir más con esta charla, pero, un mes desde que me fui de casa?, eso me hizo pensar en mi padre y mi hermano así que tenía que llegar lo más antes posible.

-Tú no estás en estado para poder volar, te llevare yo.

-No, yo iré por mi cuenta, solo que te agradecería mucho en que también me enseñes en cómo esconder las alas.

-Solo piénsalo.- y si, pensé en que desaparecieran y luego no había nada en mi espalda.

-De acuerdo, gracias, ahora como le hago para volver a mi casa?

-Ven sígueme.- hizo aparecer su enormes alas negras y empezó a volar, yo también hice aparecer las mías y lo seguí.

Mientras volábamos entramos en una especie de portal.

-Carolina, ahora vuela hacia arriba lo más rápido que puedas.

Entonces hice lo que él dijo y el empezó a volar muy rápido, yo intente alcanzarlo pero no podía, entonces el agarro mi mano y me llevo con él.

Yo cerré los ojos y cuando los abrí estábamos en la puerta de mi casa.

-Ya llegamos.- me dice él.

Yo hago desaparecer mis alas.

-Nicolás...

-Si?

Me acerque a su oído y le susurre.

-Desaparece de vida.

Abrí la puerta de mi casa, entre y la cerré.

Fui corriendo a mi cuarto y empecé a llorar, cuando dije esas palabras no quise mirarlo a los ojos, porque sabía que no se lo podría decir.



Y bueno así los dejo, Oww XD lo se soy malota, muajaja, pues quieren saber qué pasa con Nicolás?

Sigan leyendo, lo quiero a todos.

Con amor:

CARLA

Mírame y sonríeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora