MILENIOS ATRAS
POV NICOLAS
Hacía ya más de dos días que había visto a Carolina, ella me aceptaba, y me apoyaba con "mi otro yo" si así se le puede llamar, y en pocas horas nos íbamos a ver para hallar respuestas, pero eso era lo de menos, yo solo quiero verla, abrazarla, besarla, agg, sé que soy el tipo más cursi de todo el infierno, y el más "bueno" también según todos mis amigos, y todas las personas que conozco, pero me da igual.
Ya no podía esperar más, iría a esperarla, así que abrí la ventana para irme volando pero justo en ese instante escucho a alguien tocar la puerta, rápidamente me eche en mi cama para no levantar sospechas.
-Pase.- dije lo más calmo posible, veo abrirse la puerta e ingresa una mujer, mi madre.
-Como estas pequeño demonio?
-Mamá, por favor, tengo 15 milenios, ya no soy un pequeño.
-Para mí siempre lo serás.- ahí estaba, esa cara otra vez, esa cara distinta, esa cara no era la fingida, tampoco esa sonrisa, ni el tono de su voz.
-Mamá, por qué finges?.- fui directo con ella, porque en el fondo yo sabía que ella fingía ser así, para ser aceptaba tal vez? pero por qué?
Su rostro cambio inmediatamente al fingido, al de no sentir nada, sentimientos, amor...
-Fingir?, a que te refieres?
-A que finges todo en ti, tu dureza, tu mirada fría, tu voz, y hasta tu sonrisa de cuando mi padre te cuenta a cuanta gente mata o les hace hacer algo mal a aquellas personas del mundo, finges no sentir amor...- ups creo que no debí decir eso.
-Quien te ha metido esas cosas a la cabeza, quien!, merece ser castigado, amor no se dice en esta familia.
-Mamá, te conozco lo suficiente para saber desde que nací que finges, hay veces en lo que todo cambia en ti, te vez igual a una chica que conozco, te vez igual a ella cuando sonríes, y cuando te pones triste también.
-Quien es aquella chica de quien me hablas?
*Ya habías metido la pata una vez, tenías que volver a meterla?, un aplauso estúpido Nicolás*.- me decía a mí mismo.
*-Quien dijo que fuiste tú idiota?*
Qué? Yo no había pensado eso.
-Si Nicolás, quien es esa chica, cuéntale a tu padre.- en ese instante lo vi recostado en el marco de la puerta.
-Es uno de esos estúpidos ángeles, no sabes cuánto quiero arrancarle sus estúpidas alas blancas que tiene.
Ese no era yo, porque estoy diciendo todo esto?, se supone que era un secreto y nadie lo tenía que saber, porque no tengo control sobre mi cuerpo, porque no siento nada?
Me esfuerzo por mantener el control de mi cuerpo pero como me doy cuenta de que no está funcionando lo único que se me ocurre es pensar y hablar con mi yo?.
*Quién eres?*
*-Está claro que no soy tu estúpido*.- que me estaba pasando?, me estaba volviendo loco?, está claro que este no era yo, o al menos mi mente.
-Ven papá, te enseñare donde está la presa, es decir el ángel ese.- Y de la nada empecé a volar, pero yo no controlaba mis alas.
*No te atrevas a hacerle daño a Carolina, quien quiera que seas!*
*-Y si en realidad soy tu? Y si nunca la amaste? Y si en realidad deseas hacerle daño?
*NO! Yo la amo más que a mi propia vida, ella es mía! Yo no soy tú, yo jamás le haría daño a ella.*