Capítulo 6

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Hago una pequeña pausa aquí para advertirles que en este capítulo se hace mención de un tema que puede ser un tanto sensible para algunos, nada explícito pero por si acaso.

Dicho esto, continúen con la lectura XD

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Kotoha se quedó dormida mientras abrazaba a su pareja, el cual se encontraba despierto reflexionando sobre lo que había hecho, esa había sido una noche inolvidable pero había un pequeño problema, y ese era que aunque ella la había pasado bien, él no había sentido el más mínimo placer.

Eso lo tenía demasiado estresado.

Detesto esto, ¿Ni siquiera con ella? —Pensó para sí mismo mientras se agarraba los cabellos. La luz de la luna se metía por la ventana. Doma se levantó para cerrar la misma.

Decidió ir al baño y se lavó la cara, no podía sentir la frialdad del agua en sus manos y aunque seguía pensándolo demasiado, intentaba controlarse por todas las cosas que se le venían a la cabeza.

Se vistió con un kimono sencillo y salió del templo a contemplar el jardín, observaba todo sin poder percibir nada y eso lo tenía cada vez peor. Sintió un leve cambio en el viento y volteó para ver quién había llegado.

El señor Muzan había acudido a su templo.

—Buenas noches, Doma —Doma lo miraba sin expresión alguna, no esperaba su visita pero tampoco sabía qué decir.

—Hola, señor Muzan —Empezó por saludarlo, hasta que un recuerdo vago invadió su memoria.

—Te veo un poco mal, ¿Puedo saber a qué se debe? —Doma no quiso decir nada, estaba pensando seriamente en aquella memoria perdida que le revelaba demasiado en un momento como ese—. ¿Acaso tu compañera no resultó satisfactoria?

—Estuvo espiándome, ¿Verdad? —Doma alzó las cejas, sabía que Muzan podía hacerlo si quería, pero esperaba que al menos respetara su privacidad.

—Sí, sabes que debo estar al pendiente de todas mis lunas, y tú eres de un rango muy avanzado; sé que también echaste a Akaza de tu templo —Doma no quería pensar nada porque sabía que Muzan lo estaba monitoreando, pero muy dentro de sí quería golpearlo por entrometido.

—Señor Muzan —Le habló, para cambiar el tema—. Quisiera preguntarle algo —Muzan pudo percibir que Doma emanaba una mala vibra, como si estuviera molesto, pero él no conocía emoción alguna, así que no era posible—. ¿Puede su sangre curar cualquier enfermedad?

—Sí, ¿Acaso no te has dado cuenta? —Pero Muzan sabía que él tenía algo más pensado, y venido de Doma, todo era posible.

—Por supuesto, puedo regenerarme de cualquier cosa, sanar heridas en menos de un segundo, pero hay algo que me está perturbando y no me deja dormir —Muzan alzó una ceja y Doma finalmente lo miró con la expresión más seria que pudo—. ¿Por qué demonios no puedo sentir nada si se trata de una enfermedad?

—¿Y para qué quieres hacerlo?, los sentimientos son la debilidad de las personas, si no sientes eres fuerte, eso te ha hecho ser la segunda luna más poderosa, ¿O no lo recuerdas? —Doma se quedó callado mientras lo escuchaba, él sabía eso, sabía que ser despiadadamente cruel le había dado ese rango entre las lunas, pero no le agradaba, él también quería tener la capacidad de sentir dolor, de sentir lástima o felicidad, de poder molestarse, o incluso, de sentir miedo, pero no podía, estaba seco y vacío por dentro, y eso lo perturbaba, lo detestaba y lo enloquecía.

—Ya lo sé, y es un gran honor pertenecer a sus doce lunas demoniacas, pero aunque esa enfermedad me ha hecho inmensamente poderoso, no deja de torturarme por las noches, y lo peor del caso es que aunque su sangre es increíble, no puede curar algo tan simple y estúpido como unos malditos sentimientos —Doma estaba sonriendo, intentando alabar a Muzan, pero todo eso desapareció a medida que iba hablando, sonando cada vez más cruel—. Lo que me lleva a pensar que sólo me engañó para transformarme en un demonio —Y en ese momento, sintió cómo sangre empezaba a correr por su cara, Muzan le había hecho explotar uno de sus ojos—. ¡Qué gracioso!, ¿No? —Dijo eso mientras se reía como un desquiciado—. ¡Esto es tan divertido!, ¡Usted intenta hacer sufrir a una persona que no tiene la capacidad de sentir!, ¡¡¡Pero qué hilarante!!!

Tortura imperceptibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora