Capitulo 14

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14.- CHISTES MALOS.



Oh, dios.

Esto debería ser una broma. 

 -! ODIO LOS PRIMEROS DÍAS DE CLASE¡- Noah grito corriendo de un lado para otro, buscando libros, cuadernos, lapices, todo lo que necesitaba.

 Y es más, no se veía para nada bien. 

Su cabello estaba despeinado, su boca olía... Sin palabras, seguía en pijama y corría de un lado para otro. Claro, no era el único, porque Kiara y yo también estábamos buscando nuestros libros. 

 Hoy es mi primer día en la universidad y sí, estaba asustada.

Me encontraba rebuscando unos libros que compre, sobre el escritorio de Cameron. Hasta que sentí una mano sobre mi hombro y sobresalte del susto. 


 - Hey, tranquila - Cameron me susurro al oído, mientras su mano se dirigió sobre un libro azul y saco el libro que yo estaba buscando

 - Pero... ! ¿Cómo no lo pude ver?¡- chille 

 Él se rio y beso mi mejilla.

 -! ME VOY CON KIARA O LLEGAREMOS TARDE¡- Noah grito y en cuanto termino de gritar cerro la puerta de golpe 

 Cameron seguía delante mío y yo solo me quede callada viendo el libro en mis manos. 

 - ¿A qué hora empiezan tus clases, Raizy? - me pregunto 

 - Nueve treinta, ¿y de ti? 

 - A la misma hora, solo falta una hora, ¿por qué te preocupas tanto? - sus brazos largos y grandes envolvieron mi cuerpo

 - Me da miedo que algo salga mal... Es mi primer día y no quiero arruinar nada.

 - Todo saldrá bien, tranquila, ¿quieres que vayamos juntos? 

 Tuve que elevar mi mirada para verlo y sonreírle como una niña pequeña.

 - ¿Puedes...? 

 - Claro, puedo llevarte a donde quieras... Sobre todo hoy, que tenemos una cita, señorita Honter. 

 Sus manos bajaron dejándome libre, pero sentí su mano rozar la mía... sus ojos me miraban fijo, sentía como todo el cuerpo se me revolvía por el simple hecho de que su mano rozase la mía. 

 - Bien. 

 - No uses sarcasmo conmigo, señorita Honter. 

 - Y suenas a mi madre, Cameron. - él se rio 

 Dios... Podía escucharlo reír toda la vida, era como música para mis oídos, lo digo en verdad... 

 Decidí ir por un vaso de agua, lo esquive y camine hasta la puerta, pero él me detuvo, abrazándome por detrás, me encantaba que hiciera eso, sus brazos no dejaron libres a los míos mientras empezó a dejar besos por mi mejilla hasta llegar a mi lóbulo, causándome cosquillas.

 - No deberíamos Cameron... - me reí por las cosquillas 

 - No hay nadie en casa... - él lo dijo divertido y yo terminé riéndome, hasta que pude liberarme y míralo sonrojada y nerviosa - Sabes que lo digo en broma, no haré nada si tú no estás lista.

 Sonreí y ante lo dicho, les aseguro, que me sonroje aún más. Pero en ese momento me puse a la defensiva por mis nervios. 

 - Idiota - lo insulté inocente 

En tan solo unos meses (En proceso... Aun no editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora