Capítulo 6

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6. - DE REGRESO AL MONO-ESPACIO




— ¿Hasta cuándo estarás sentada ahí? - Noah se sentó a mi lado y yo lo ignore

No quería mirarlo, estaba enojadísima con él.

— Vine a ver si ya estabas lista para ir al hospital por mamá - fue directo al grano

— Sí, ya quiero ir a verla. — murmure sujetando la comba con la que solíamos jugar de pequeños saltándola

— ¿Raizel, estás bien? - noté como se acercó más a mí y volqué los ojos, no por su acción sino por la pregunta

— No, Noah, acabas de quitarme mi privacidad. Como si fuera una niña pequeña...

— Mira Raziel, mamá me lo pidió, ella me dijo que estás muy aislada y que quería que me encargue de ti, con todo esto que paso, ella... — lo interrumpí

— Sé cuidarme, te lo dije y bien, tal vez mamá te lo pidió, pero no pensaste en lo que yo quiero.

Mire de reojo a Noah, quien tenía la mirada fija en la ventana de su habitación. Elevé la vista para ver qué era lo que pasaba, vi a Cameron o bueno, su silueta caminando de un lado para otro, notoriamente con el celular en su oreja y gritando.

— ¿Qué pasa? - me sentí rara por preguntar, pero tampoco pude evitarlo

Noah me devolvió la mirada algo confuso, abrió la boca y la volvió a cerrar y luego la volvió a abrir solo para decir una frase insignificante.

— Él... Tal vez... Debe ser una llamada de la universidad. — note lo nervioso que se puso y decidió girarse hacia mí

— Oh, bien. — trague saliva

No sé qué espere que me dijera, pero sabía que Noah no me estaba diciendo la verdad, porque cada que mentía solía trabarse con las palabras.

Me levanté del suelo y miré a Noah.

— Bien, ¿nos iremos ya? - pregunté dando una última ojeada a la ventana, pero ya no había ninguna silueta

No sabía si eso debía importarme, pero decidí ignorar aquello y seguí a Noah hasta el auto de nuestro padre donde, adentro, solo estaba Kira. Me mordí el labio mientras Noah encendió el motor y salimos de casa.

No sin antes darle una ojeada a la habitación vacía, pero también me recordé, que no debía importarme nada de él, nada.

***

Bastantes días después...

Habían pasado varios días, muchos, en donde solo me mantenía ocupada para llegar tarde a casa de mis padres.

Mi madre estaba sentada justo al lado mío en la sala de espera, mientras esperábamos al doctor, ya la habían dado de alta hace unos días y mi padre salió de terapia intensiva hoy por la mañana, nos miramos nerviosas, pero yo la termine abrazando.

— Toda ira bien, ya verás mamá.

La reconforté y justo al instante todos aparecieron, sí, hasta el pesado. Y si las dudas siguen en pie, pues si, mi madre fue la que le pidió a Noah la idea de quedarme en casa, ¿lo hice?, contra mi voluntad y aún lo hago; pero durante todos estos días no le dirigí ni una sola palabra al pesado que tengo en frente con un café en la mano para mí y una sonrisa idiota.

En tan solo unos meses (En proceso... Aun no editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora