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Itachi

- Entonces, ¿Se quedan a dormir? - Pregunte abrazando a Sasuke por la espalda mientras esté terminaba de mover la pasta que ambos habíamos cocinado y después le apagaba a la estufa.

- Mmm... ¿Qué me ofreces a cambio? - Contesto dándose la vuelta para pasar sus brazos por mi cuello.

Sonreí negando ante su sonrisa traviesa.

- Compartiré mi cobija de tigre contigo - Sasuke se rio negando - ¿Qué? ¿Me vas a despreciar?

- Es una oferta tentadora, pero... Hoy me temo que seré un poco más exigente - Hice un puchero con los labios y le atraje con suavidad hacia mí.

- Eres cruel, bonito - Murmuré hundiendo mi rostro en el hueco de su cuello.

- Bueno cielo, algunas veces tienes que dar para recibir - Asentí contra su cuello.

Lo apreté un poco más contra mi mientras me llenaba de su suave colonia, Sasuke se rio bajito seguramente por las cosquillas que le causaba mi respiración en una zona tan delicada como su cuello.

- Itachi - Me llamo Sasuke en advertencia cuando mis manos presionaron sus caderas, él sabía lo que quería hacer.

- ¿Que? - Pregunté mientras les miraba a los ojos.

- Ni se te ocurra.

Me alce de hombros pretendiendo no entender que era a lo que él se refería antes de flexionar ligeramente las rodillas para tener un poco de impulso y así poder cargar a Sasuke para subirlo en la encimera.

- Itachi...

- ¿Que? - Pregunté acunando sus mejillas entre mis manos para depositar un piquito en su nariz.

- Te he dicho que no me cargues - Rodé los ojos en respuesta, nunca dije que estaba de acuerdo con no cargarlo.

- Pienso que estás bajo de peso, ¿Hace cuándo fue la última vez que fuiste a un chequeo médico? - Sasuke chasqueo la lengua para quitar mis manos de sus mejillas y ponerlas en sus caderas.

- Mi peso está bien no exageres y contestando a tu pregunta... La verdad es que no lo recuerdo, pero si pretendo ir a un examen de rutina y para que me receten anticonceptivos, pronto - El calor subió a mis mejillas tan pronto cómo terminó de hablar.

- ¿No es... No es muy pronto? - Pregunté al cabo de unos minutos frotando mis pulgares en el hueso de su cadera.

- ¿Por qué lo sería? - Mi boca se abrió más de ella no salió nada, Sasuke al notar mi confusión se abrazó a mi cuello y abrió sus piernas para atraerme a el - No quiero presionarte con eso ¿Lo sabes no?

- Lo sé - Murmuré en medio de un suspiro - Pero-

- Cielo escucha, sé que soy tu primer novio así que intuyo que no sabes cómo funciona, a veces cuando estás en un momento acalorado dejas de pensar así que es mejor estar prevenidos - Hice un puchero con los labios ganándome un par de besitos.

- ¿Cómo funciona entonces? - Sasuke sonrío ladino dejando que sus manos se escurrieran por mi pecho hasta mi abdomen sin romper el contacto visual.

Mis orejas quemaron.

- Esta noche puedo enseñarte cómo funciona - Murmuró dándome un último beso antes de empujarme con suavidad para apartarme y así bajarse de un brinquito - Ve por mi hijo, yo pondré la mesa.

- De acuerdo.

Me di la media vuelta y salí de la cocina para ir en busca de Hiren quien se había quedado en la casa de mi vecina Mei quien tenía un par de gemelos un año mayores que el cachorro.

The infidelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora