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Sasuke

Sentí como la bilis subía por mi garganta, lleve mis manos a mi boca tratando de retener las continuas arcadas más esto me fue imposible, ya que salí de la cama a prisa teniendo un mareo repentino que me obligó a mantenerme quieto unos segundos antes de correr al baño y vaciar mi estómago en el váter.

-  Sácalo todo -  Hablo Hinata desde el marco de la puerta.

-  Esto es asqueroso – Hable tirando de la cadena.

Le mire desde el piso y ella se alzó de hombros. Me pase las manos por la cara ante el mareo y el intenso dolor de cabeza que sentí, el estómago se me revolvió nuevamente y volví a vomitar.

Cuando di por hecho que no volvería a vomitar me levante del suelo para enjuagarme la boca y mirarme al espejo, estaba más pálido de lo normal.

-  Mi bebé, ¿Dónde está? – Pregunte peinándome con mis dedos para mejorar un poco mi apariencia.

-  Está viendo caricaturas – Contesto un tanto molesta.

-  No me digas nada, ¿Quieres? – Rogué porque no quería que me reprendiera en este momento pero al parecer ella no tenía esa intención.

-  ¿Cómo se te ocurre emborracharte? ¡Tienes un hijo, Sasuke! – Rodé los ojos, el dolor en mi cabeza se volvía más fuerte debido a los gritos de mi hermana.

-  Estaba dolido – Conteste como si fuera la respuesta correcta a todos mis problemas.

-  Eso no te justifica, ¿Y si te pasaba algo? – Me quede pensando con una mueca en mi boca.

-  ¿Algo como qué?

-  Como que te violasen, sabemos lo indefenso que eres borracho, no ibas a poder meter las manos – Sorbí por la nariz un par de veces, por alguna razón Hinata tenía razón.

-  La próxima vez lo pensare mejor – Conteste no con muchos ánimos de darle la razón - ¿Ya desayunaron?

-  El bebé ya, yo esperaba a que despertaras – Asentí, ella me dio la espalda y le seguí en silencio – Mi príncipe, papi ya despertó.

-  ¡Piiii! – Hiren me miro alzando sus bracitos desde una especie de cuna con barandales altos.

-  Voy bebé – Pequeñas lagrimitas de felicidad salían de los hermosos ojos azules de mi hijo, su constante llamado hacia que mi cabeza doliera más a causa de la deshidratación de mi cuerpo por la ingesta de alcohol pero a decir verdad, mis dolencias y pesares se iban cuando abrazaba a mi bebé - ¿Dormiste bien?

-  Shi – Contesto mientras besaba mi mejilla – Pii, días.

-  Buenos días amor – Lo lleve en brazos conmigo hasta la cocina, Hinata había hecho el desayuno así que solo me sirvió y lo puso frente a mí.

-  Príncipe, regresa a ver televisión, papi y yo tenemos mucho de qué hablar – Hiren me miro y yo asentí bajándolo de mi regazo para que se fuese – Y bien Sasuke... ¿Dónde estuviste anoche?

-  No sé, estaba en un bar, se llama Lax, no, no, era Ulux – Conteste tratando de recordar el nombre del lugar – Solo entre, pedí una botella y no me acuerdo de nada más.

-  Escúchame bien Sasuke, se lo mucho que te duele la traición de tu esposo pero debes comportarte y afrontar las cosas como un adulto, no como lo hiciste ayer, ¿Qué es eso de irte a beber como un adolescente dolido? Tienes veintisiete años recién cumplidos por favor, compórtate, tienes un hijo – Me lleve mi mano derecha a mi cien y me talle con lentitud, las palabras de Hinata hacían que mi cabeza doliera.

The infidelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora