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Itachi

Ayer nuevamente había vuelto a ver a Sasuke, como todas las veces anteriores llegaba hecho un mar de lágrimas, quise distraerle iniciando una conversación pero el todo de molestia en su voz no era nada agradable y decidí callarme.

Cuando ya había llegado la hora de cerrar Sasuke estaba completamente dormido, llame a Hinata muchas veces y ella no contestó, quise buscar su identificación pero tampoco la encontré y no podía dejarlo en el bar ni mucho menos llevarlo a casa de mis tíos, así que me decidí por llevarlo a mi casa.

Las vueltas y los baches que no podía esquivar causaron que Sasuke vomitara casi llegando a mi casa. Aparqué al frente bajando las ventanillas del auto para que se ventilara, saque a Sasuke con cuidado y le lleve hasta mi habitación.

- No puedes dejarlo así - Murmure después de ver el estado en el que Sasuke estaba.

Con mucho cuidado procedí a despojarlo de sus prendas con las luces apagadas pues consideró que no es correcto observar la desnudes de cualquier persona sin su consentimiento. A tientas busque algo en mi armario que pudiera servir para cubrir su cuerpo y no lo sofocará por el calor que en mi casa había.

- Bien.

Concluí mi difícil tarea de vestir al doncel solo para comenzar a limpiar su auto y ventilarlo, bostece un par de veces y proseguí a lavar la ropa de Sasuke.

El jugar con el agua fría me quito el sueño así que me puse a estudiar para mis exámenes próximos hasta quedar dormido.
La dulce voz y las sueñes caricias de Sasuke me despertaron, entablamos una pequeña conversación y nos sumimos en silencio.

Me quede pensando en sí debería o no pedirle que salga conmigo, probablemente me diría que no pero ¿Que más podía perder?

- ¿Quieres salir conmigo?

Sasuke había atrapado su labio inferior entre sus dientes y me miraba absorto, cuando analizó mi pregunta se puso de pie y me dio la espalda, vi como pasaba las manos por su rostro y cabello.

- No tienes que responder ahora - Comenté levantándome de mi lugar.

Se dio la vuelta, su rostro estaba completamente rojo y no podía mirarme a los ojos, sin duda una reacción que hizo a mi corazón brincar de felicidad.

- Yo... Bueno, sin duda eres un chico agradable pero... - Se quedó en silencio y por alguna razón sentí una presión en el pecho y asentí.

- Entiendo.

Sonreí a medias, Sasuke era le primera persona a la que invitaba a salir y me rechazaba, claro que sabía la razón por la cual lo hacía así que preferí dejar las cosas así.

Él se despidió de mi después de a ver pagado por lo consumido. Suspire pesadamente, quizá ya no le volvería a ver por el bar después de lo que había hecho, sacudí mi cabeza y contesté los mensajes de mi teléfono.

- ¿Estás en casa? - La voz de Shisui se escuchó por el altavoz.

- Es muy temprano para estar tan enérgico - Comenté buscando en las gavetas del baño pastillas para el dolor de cabeza.

- Papá quiere hacer una barbacoa, ya sabes... - Rodé los ojos con ganas de recostarme en mi cama - Pasó por ti en veinte.

No espero respuesta y me colgó, bote el teléfono sobre la cama y me recosté en ella cerrando los ojos por un minuto, o eso me pareció a mí.

- Hermano - La bonita voz de Yoshio me despertó de mi corto sueño.

- Hola bebé - Yoshio me extendió los brazos para que lo cargara y así lo hice recostándolo a mi lado - ¿Tú hermano?

The infidelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora