Dulce Rubí.

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De ese mismo día, después de alejarse del lugar, He Tian no había sido contactado ni con un saludo, incluso en la noche había estado esperando atento al teléfono de su casa por si llamaban, pero nada

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De ese mismo día, después de alejarse del lugar, He Tian no había sido contactado ni con un saludo, incluso en la noche había estado esperando atento al teléfono de su casa por si llamaban, pero nada. No había ni siquiera un mensaje de voz. Tian sabía cuando eran buenas oportunidades, y aquel restaurante lo había convencido por completo, de esta forma era claro que el pelinegro no dejaría  ir aquello, y creo que era notorio lo terco que era.

Había despertado con ojeras por tener esperanzas de que lo llamaran, y aún si esas esperanzas seguían, estaba dudando de su capacidad. Nunca nadie se tardaba en darle una llamada.
Lo único que se limitó a hacer fue estirar sus articulaciones y soltar un quejido ante su espalda tronando, para después dirigirse a las duchas. Debía apresurarse, ya que tendría una agenda apretada ese día, como en la mayoría, pero había logrado mover todo en aquella agenda para lograr volver a acudir a aquel local tan maravilloso.

No se había quedado contento con los platillos que le habían dado la otra vez, quería más e iría a comer de nuevo ahí.

Pero su humor decaía en que tenía una sesión de fotografías, no tenía problema con que fueran las sesiones que fueran, el problema estaba en la persona con la que la tendría. El maldito de She Li.
No le desagradaba la compañía que favorecía a aquel moreno, pero la manera en que este se comportaba si que le desagradaba. Después de tantas pruebas de delitos aún así ese hombre seguía en el top 4 y no entendía el como les podía gustar alguien con poca conciencia de sus acciones. Pero lo malo era que en si He Tian sabía que el platinado sabía lo que hacía. Y a She Li le encantaba joder la vida de otros.

Lo reconocía como buen modelo, tenía una buena apariencia y era el blanco de varias mujeres, pero no lo reconocía como persona.

Terminó de ducharse, saliendo del baño y vistiéndose. Marchándose del edificio sabiendo que terminaría cansado por el día que le esperaba.

 Marchándose del edificio sabiendo que terminaría cansado por el día que le esperaba

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— ¡He Tian, amigo! Hace mucho no nos vemos, querido. —aquella voz que le hacía rechinar los oídos se escuchó cerca, pronto llevó mirada con desgano a quien le había gritado, Li se estaba dirigiendo a él.— Amigo, ¿Viste mis propuestas? Las mande a tu correo.

Modelo A NO Seguir | TianShan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora