Quizás, Quizás.

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Cuando Mo Guan Shan y He Tian apenas empezaban su relación, había mas desacuerdos que aciertos

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Cuando Mo Guan Shan y He Tian apenas empezaban su relación, había mas desacuerdos que aciertos.
Los chicos se la pasaban peleando porque no sabían como sobrellevar las cosas, pero comprendían que incluso si pelearan tanto no se separarían. Guan Shan la pasaba un poco peor que He Tian al pelear.

El pelirrojo no sabia controlar sus emociones, las cuales el mayor las llevaba a un extremo o incluso solo con verlo le hacía tener una explosión de sentimientos, esto pasando también en aquellos conflictos que los dejaban en mal estado. No importaba que tipo de pelea pasara entre ellos, aunque fuera una rabieta o se hicieran la ley del hielo, ambos terminaban tan mal que un día simplemente no soportaban mas y se reconciliaban, así y una otra vez hasta que pudieron manejar de una forma más sana su relación.

Pero para Mo todo le resultaba difícil, cuando conversaban sobre algo que les molestaba le parecía la cosa más difícil el hecho de escuchar lo que decía He Tian y no lo que su mente distorsionaba, el ojimiel no soportaba ver a He Tian lejos de él sin pensar en él o gritarle por su nombre, porque se sentía menos en ocasiones.

Si Mo tuviera aún recuerdos hablaría sobre su sexta pelea.

El cuarto que siempre tenia las luces encendidas ahora estaban apagadas, no solo eso, la señora Mo podría jurar que su pequeño no las había encendido en días, tal vez, una semana

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El cuarto que siempre tenia las luces encendidas ahora estaban apagadas, no solo eso, la señora Mo podría jurar que su pequeño no las había encendido en días, tal vez, una semana. Eran vacaciones de verano y lo que menos quería era molestar a su hijo, sin embargo, era su madre, y no podía obligarse a no preocuparse después de todo el amor que siempre le quiso estar demostrando.
Las pequeñas y delgadas manos de aquella mujer tocaron la puerta, preguntando por su retoño.

— Momo, Momo, abre la puerta. —dijo palabras de forma tan dulce que solo hacían encogerse a Mo en aquella cama, junto a la pared y echo bolita como si su vida dependiera de ello.— Momo, se que ocurre algo, bebé, por favor déjame pasar. —Preocupada por el rojizo habló, quedándose quieta en la puerta y con la mano en la manija, no quisiera entrometerse en la vida de su hijo si este no la dejaba.

Modelo A NO Seguir | TianShan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora