Modelo A NO Seguir | TianShan.

También Yo.

Mo Guan Shan estaba en su intento numero siete con el celular en la mano, viajando hacia de donde había salido y preparándose mentalmente para lo que podría suceder, aguantándose las ansias y nervioso por todo aquello. Era una preocupación y emociones tan enormes que incluso podría causarle nauseas, tantos sentimientos que llenaban su cabecita con un montón de palabras. Lo único que sabia era que quería ver a He Tian tan pronto como pudiera.

- ¿Aló? -Toda su alma volvió a su cuerpo cuando escucho aquella voz a través del teléfono, poniéndolo aun mas de nervios, la verdad es que las palabras no salían y se sentía como si el fin del mundo o alguna catástrofe estuviera cerca.- ¿Mozi?

- He Tian. -soltó como si siempre haya querido decir su nombre, frunciendo el ceño buscando apresurado las palabras- ¿Dónde estas?

- Trabajando, ¿Pasó algo? -pudo escuchar la preocupación y curiosidad por parte del pelinegro. He Tian estaba extrañado por aquel comportamiento de su amado, pero no tenia ni idea de lo que pasaba, no sabia si debía alterarse o algo.- ¿Pasó algo con tu mamá?

Fueron segundos en los que hubo un silencio tan grande como lo que estaba sintiendo, se sentía en tensión y el como todos sus músculos les era difícil de relajar, no podía ignorar que su mano empezaba a temblar y como su temperatura subía a lo mas alto de su cabeza, los escalofríos recorriéndole por todos lados y el tiempo que se le hacia eterno.  Mo Guan Shan se sintió sincero después de mucho tiempo. A pesar de que en su mente no encontraba nada claro, trato de respirar y pensar correctamente. Quería ver a He Tian y pensar solo en ellos. No recordaba nada, pero su mente parecía crear recuerdos como si en realidad los hubiera vivido junto aquel modelo, los sentía como un dolor de cabeza que incrementaba conforme mas trataba de tranquilizarse.

- Quiero verte.

Mozi. Ahora podía encontrarle un sentido a aquel tonto apodo que le había puesto su madre desde aquel día. Se maldecía por no haber sospechado algo cuando aquel chico lo había comenzado a llamar así. Ahora solo podía ver el rostro de Jian Yi en el espejo de aquel auto, He Tian lo había enviado por él ya que no podía salir aun de aquel edificio. Genial, se sentía incomodo por saber que aquel rubio también había estado involucrado en todo el asunto. Recargo su cabeza en la ventana de la puerta mientras esperaba llegar rápido al lugar, sintiendo un nudo en la garganta que le señalaba que por lo menos, dijera algo.