Modelo A NO Seguir | TianShan.

Duda Que Duda.

Mo Guan Shan no comprendía desde hace días porque la reunión para la publicidad se había estado recorriendo, había estado enviando mensajes a He Tian pregunto por ello y un par de cosas más, siendo totalmente ignorado y dejándole una sensación de cansancio en el proceso.
Que no le haya dado ni una explicación de porque lo aplazaba a más le confundía.

Pensó por un momento si había ofendido al modelo o algo por el estilo, reviviendo la última vez en la que se vieron, una y otra vez y de nuevo. Nada, no había sido grosero en ningún momento, y ni siquiera habían hablado tanto, solo había sido Shan explicándole su accidente.
¿Y si era eso? Tal vez al pelinegro le había incomodado aquello, después de todo, cuando se lo contaba a alguien la mayoría de las personas se alejaban incómodos, ya sea que fuera por pena, y algunos se burlaban de él repitiendo la misma frase. Díselo, tal vez mañana se le olvide. No tenía ni gracia, la única gracia era que la gente lo decía como si fuera a meterse en otro accidente nada más por que quería.

Frunció el ceño, mirando las flores en el escritorio y sintiéndose raro.

No, He Tian no era ese tipo de persona, no le transmitía mensajes negativos y si fuera lo contrario, se decepcionaría bastante por aquel chico que le llamaba la atención. De seguro era otra razón, tal vez el pelinegro estaba ocupado o algo, He Tian no pensaría que el es ridículo, ¿Cierto?

— Tan bien que iba... —Hablo consigo mismo, suspirando frustrado por todas las dudas en su cabeza.

Esperaría a ver si llegaba alguna noticia, no podía pensar en que cualquier plan haya sido cancelado de la nada, y si se topaba con aquel rubio carismático, se aseguraría de cuestionarle de todo.
Si era su manager, de algo tenia que estar enterado.

El clima como si fuera intencional se mantenía como estaba desde aquel día, lluvioso y nublado, tanto que era poca la gente que iba al restaurante y cuando solía tener clientes, era porque querían comer algo caliente mientras se cuidaban de las gotas que caían rápidamente en las calles.

Respiro de manera calmada, mirando la ventana con alguna que otra gota de lluvia o salpicadura que aventaban los carros al pasar, todo el personal del restaurante estaban sentados en la barra aburriéndose. Sin embargo la campana los hizo voltear a todos, incluso a los que no miraban a esa dirección, a la puerta.