Modelo A NO Seguir | TianShan.

Manos Congeladas.

Por fin el día de la grabación, Mo Guan Shan suspiraba de alivio, había estado esperando cada día debido a los grandes recorridos que había dado la fecha de evento, pero después de todo el pelinegro había mejorado, no lo correcto, pero si lo suficiente como para retomar su carrera tras ponerla durante un corto rato (El cual había parecido largo para aquellos que le seguían) y volver como si nada debido a una crisis emocional.

Twitter estaba incendiado.

He Tian despertó de buen humor ese día, mirando un momento al espejo y prometiéndose a si mismo tratar de no cagarla en el rato que pasara junto a Mo Guan Shan.
Sabía que algo debía de hacer mal pero esperaba que fuera lo más leve posible para no echarlo a perder, de nuevo.
Pero tan pronto como abrió sus redes sociales para ver que pasaba tras los regaños de Jian Yi, quien le decía que todo era su culpa, vio a que se refería. Medio mundo estaba preguntando que que le pasaba, algunas simplemente subiendo fotos de él diciendo que lo extrañaban.

No contestaría, por supuesto, era su vida privada y solo lo contaría a sus seguidores si tuviera la gran necesidad de que le den más atención de la que le daban.
Sabía diferenciar que podía decir y que no, era su vida y su carrera en diferentes caminos, aunque no la mayoría del tiempo pensaba así He Tian entendía que no se la podía pasar de idiota las veinticuatro horas de todos los días metiendo a gente que ni al caso a su vida polémica.

— Si empiezo a salir con Mo Guan Shan lo pueden hostigar. —Dijo de la nada, con nada mas y nada menos un tono serio que habló con la nada, porque no había nadie en su departamento, solo él, y el plato de arroz blanco en la mesa de la cual tomaba cucharadas llevándoselas a la boca. Se acordaba aún cuando Mo cocinaba para él, y después se ponían a ver películas (Guan Shan a regañadientes y sobornos aceptaba) mientras He Tian parecía perro lastimado de tanto pedirle mimos. Lo mejor era que el pelirrojo le daba todo lo que pedía y aún así lo negaba.

Estaba ansioso de verlo otra vez, He Tian estaba ansioso cada vez que llegaba a ver a su ojimiel.

— ¡No solo eso! Nuestro restaurante cuenta con distintos platillos, cada día nuestro gerente favorito cambia las especialidades. —Hablaba con entusiasmo, Mo Guan Shan mantenía un rostro calmado mientras cocinaba en aquel escenario.— Oh, Mozi, déjame probarlo. —Rogó el pelinegro, juntando sus manos y acercándose al rojizo aun estando siendo grabados.