Escrito en las estrellas (CoryoxLucy)

55. Tiresias

CAPÍTULO 55: TIRESIAS

POV LUCY

Vemos a un hombre acercarse acompañado de un mozo y mi mirada se clava en ellos dos cuando noto que vienen en nuestra dirección y se detienen no muy lejos. Siento la mano de Coriolanus bajo la mía y luego como se aferra a ella.

─Supongo que es hora de irme –interviene Festus, poniéndose de pie antes que nosotros.

─Que tengas un buen día, Fest –dice Coryo.

─Igual ustedes, chicos. Nos vemos el fin de semana, espero que unas a nosotros, Lucy.

─Así será. Ya se lo prometí a Coryo –anuncio.

─Perfecto. Estamos en contacto.

El fin de semana, Coriolanus tiene que asistir a un evento empresarial donde les darán la bienvenida a él y los estudiantes que fueron mentores este año. Por supuesto, pidió que lo acompañara y accedí. La invitación decía que podían ir acompañados por sus familias o alguien que apreciaran, en su defecto.

Festus Creed desaparece por el pasillo y mientras el hombre ya solo rompe la grande distancia que nos separa aún y se acerca sonriente a nosotros con una carta de cuero en su mano y una elegante maleta marrón clara en la otra.

Ambos nos ponemos de pie para recibirlo y le sonreímos

─Disculpen, no quería interrumpir.

─No interrumpió nada, solo era un amigo que encontramos aquí por casualidad –contesta él–. Usted debe ser el señor Dimitriou ¿cierto?

─Tiresias Dimitriou, mucho gusto. Y ustedes son Coriolanus Snow y Lucy Gray Baird.

El tiende su mano y ambos la estrechamos con él, luego nos sentamos.

─Espero que no hayan tenido que esperarme mucho tiempo, me dijeron que era el horario de encuentro.

─No debe preocuparse, le han informado bien. Fuimos nosotros quienes llegamos unos minutos más temprano.

─Me alegro. El mozo me ha informado que han estado esperándome un tiempo. Si quieren, ya podemos hacer nuestros pedidos y hablamos mientras esperamos.

─Como prefiera, señor –responde Coriolanus.

El hombre hace una señal al mozo y este se acerca.

Lucy y yo miramos la cartilla con el menú.

─Pidan todo lo que deseen, irá por mi cuenta –nos avisa.

─Pero... nosotros podemos pagar.

─En sus circunstancias actuales y con apoyo de La Academia, no lo dudo. Aún así, no me parece correcto. Déjenme hacerlo a mí esta vez, es una tradición en mi trabajo.

Coriolanus accede al escuchar aquello y tras darme un apretón suave, habla primero, pero lo hace tan rápido que estoy segura que mientras yo no estaba tuvo bastante tiempo para ver el menú a diferencia de mí.

─¿Qué va a querer, Señorita Gray? –pregunta el hombre.

─No lo sé aún.

Él asiente y es el segundo en pedir, solo para darme tiempo de examinar el menú un rato más. Mientras yo miro a Coriolanus en busca de ayuda, quien me observa comprensivo y pone mi menú entre medio de nosotros.

─Primero debes pedir una entrada, algo liviano para empezar. Alguna pequeña porción de pasta, ensalada, huevo revuelto, lo que quieras y que no quite el apetito para lo siguiente. Lo puedes ver aquí, en esta primera sección.