CAPÍTULO 62: CONTRATO
POV LUCY
Nuestro representante está hablando con los dueños y los abogados en Capitol TV para cerrar nuestro contrato en un salón privado. Coryo y yo lo estamos esperando fuera del sector esperando que nos vengan a buscar para decirnos los términos del contrato y permitirnos firmar luego de que demos nuestro consentimiento. La hora de espera se hace larga. Mi novio toma mi mano y permite que apoye mi cabeza en el costado de su hombro.
−¿Qué les tomará tanto tiempo? -pregunto.
−Tiresias quiere obtener el mejor trato económico y humano para nosotros, Lucy. Somos celebridades, después de todo. Es muy complejo. Podrían querer explotarnos o utilizar nuestra imagen para otros fines y... eso no nos conviene. Tranquila, ya nos llamarán cuando esté todo listo.
Suspiro soltándolo y aferrando con mis manos el brazo de mi novio justo en el momento que notó que una chica de veintitantos no deja de mirarnos desde hace más de media hora. O mejor dicho, mirarlo. Esa mirada intensa me incomoda. Sin embargo, Coriolanus no lo ha notado aún por estar demasiado pendiente de su teléfono móvil mientras conversa con su prima y la doctora Gaul casi simultáneamente.
−Gaul dice que debemos tener paciencia, pero que hoy mismo también está acordado que hagamos nuestra primera sesión de presentación para el canal durante la tarde -comenta él, sin despegar sus ojos del chat.
Me olvido de esa horrible joven que devora a mi novio con sus ojos y trato de tranquilizarme, antes de lanzarme contra ella y golpearla para borrarle esa tonta sonrisa de su rostro. O mejor, envenenar su vaso de agua sin que nadie lo sospeche y ver como se retuerce en el suelo hasta morir. No me importaría cargar una muerte más en mi lista. Mi historial ya está manchado, de todas formas.
−¿Y qué haremos con las horas que restan? No podemos volver a casa -digo sin poder ocultar mi mal humor.
−No lo sé, si nos permiten salir de aquí podríamos ir a almorzar a algún restaurante, solo para aprovechar el tiempo -no le contesto porque la escucho reír por lo bajo a la chica y Coriolanus parece que recién se da cuenta que algo me sucede-. ¡Por el amor de Dios! ¿Qué te sucede, Lucy? Estás estrangulando mi brazo desde hace varios minutos. Lo dejé pasar, pero me está empezando a doler. Y lo digo en serio.
−Mejor agradece que es tu brazo y no el cuello de alguien más, o iría a la cárcel -casi gruño por lo bajo.
Coriolanus se asusta ante la seria amenaza que lanzo y trata de seguir la dirección de mi mirada dándose cuenta que mi estado se debe a alguien que está en este hall que está provocándome. Lo detengo, tomando su rostro entre mis manos y estampando un beso en sus labios sin previo aviso.
−No mires. Solo importo yo ¿sí? Tú siempre serás mío -murmuro contra sus labios y con nuestras miradas clavadas en la del otro.
−Está bien, lo capto. Hasta aquí huelo esos celos. Eso es muy halagador, señorita Gray -dice bajando sus labios hasta mi cuello en un tono pícaro y seductor dándome algunos suaves y cortos besos allí donde sus labios caen-. Aunque ¿Sabes que no debes preocuparte? Me considero una persona fiel y leal... a ti.
Las caricias de sus manos en mi espalda y sus cálidos labios de terciopelo me desarman al punto que olvido mi arranque de celos parcialmente. No puedo evitar mirar de reojo a la joven pelirroja con una expresión triunfal por ser la dueña del amor y devoción absoluta de mi novio. Igual tampoco tengo deseos de brindarle nuevos escenarios para sus fantasías por lo que aparto el rostro de él de mi cuello y volvemos de mutuo acuerdo a juntar nuestros labios por varios segundos o minutos más, con una seria y malhumorada vigilante mirando todo a la distancia. Su sonrisa burlesca desaparece tan pronto como nos ve besándonos amorosamente, y con eso, también mi enojo.
...
La reunión termina poco después. Todos los abogados logran llegar a un acuerdo y nos llaman para informarnos cuáles serán los términos finales del contrato con las modificaciones planteadas por todas las partes en conjunto. Solo debemos leer el contrato nuevo impreso, y si estamos de acuerdo firmar. La mayoría desaparecen del salón de reuniones, menos nuestro representante que nos plantea la situación y nos explica cada punto del contrato detenidamente con sus respectivos puntos a favor y en contra. No obstante, nos dice que en términos generales le parece un buen trato que nos va a favorecer demasiado a mediano y largo plazo sobre todo y que nos recomienda firmar con confianza. Media hora más tarde, tras discutir nuestras opiniones a solas y leer hasta la letra pequeña, nos damos cuenta que nuestro representante ha sabido defendernos muy bien. Uno de los contras que encontramos es que no podremos cambiar nuestra imagen sin permiso por los próximos cuatro años, incluso las cirugías plásticas deben ser con el fin de mejorar nuestra imagen, más no por capricho, ni de forma radical.
−La Doctora Gaul dijo que nos someterían a unas cirugías estéticas ¿habrá pensado en esto?
−Desaparecer o reducir las cicatrices por quemadura y cortes creo que entra en esta categoría de mejorar nuestra imagen. Dudo que tengamos inconvenientes con eso. Y creo que podremos soportar los cambios de imagen que nos hagan cada temporada.
−Pero nos están dando trabajo como modelos, eso significa que debemos cuidarnos mucho.
−Gajes del oficio. Podría ser peor. Iré averiguando por nutricionistas y entrenadores personales para nosotros si hace falta.
−Lo estás tomando con demasiada calma -comento.
−¿Tenemos otra opción?
Niego con la cabeza.
−Es lo que La Academia quiere, no podemos ir contra esto -continua-. Aparte será un ingreso de dinero seguro, que ganaremos haciendo algo digno, en lugar de un premio por asesinar personas en una arena. Me parece un excelente trato. Hace que me sienta más limpio, de hecho.
Entiendo su punto. Los dos somos unos asesinos, eso es casi un secreto que casi nadie sabe pero que hasta la audiencia debe sospechar, al menos de mí. Sin embargo, en esa arena todo es válido si el fin es tu supervivencia.
Después de un largo rato en silencio leyendo nuestros contratos, una mujer entra con una bandeja de plata y va dejando las tazas de café con sus platos y cucharas, una pequeña jarra de leche y azúcar en sobres frente a nosotros.
−Disfruten su café.
−Muchas gracias -digo mientras la mujer está a punto de irse
−Disculpe que la molestemos, pero queríamos pedirle algo más.
−Lo que sea, ¿qué se les ofrece?
−Le puede decir a quienes corresponda que estamos listos para firmar. Hemos hablado lo suficiente y tomamos nuestra decisión.
La mujer de mediana edad nos sonríe amable y asiente antes de salir. Cuando la puerta se cierra, él me abraza de costado y besa mi mejilla apoyando su cabeza en mi hombro.
−Todo estará bien. Lucy. Somos un buen equipo.
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Escrito en las estrellas (CoryoxLucy)
FanficLucy Gray es coronada vencedora de los Décimos Juegos del Hambre, mientras el joven mentor Coriolanus Snow, recibe el reconocimiento por su victoria. Las acciones de ambos durante los juegos no tienen consecuencias negativas sobre ellos. Con una car...