Capítulo XIX

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**Narra Hedel**

Me estiro y abro los ojos hasta enfocar mi visión, cuando me percato que no estoy donde debería de estar, mis alarmas se encienden.

Me siento y veo a los alrededores, veo la manta y en el mostrador está la señora Ana de espaldas preparando algo.

«¿Qué diablos hago aquí? ¿Me quedé dormida hablando con Lisandro anoche?»

Me levanto completamente y mi teléfono se resbala de mis piernas, lo tomó al instante y al ver la hora sobresalto mis ojos y dejo salir un grito de sorpresa y asombro.

—¡¿Qué?!

—Oh, ya despertaste. Buenos días, nena. —Me dice tan relajada, al verme, la señora Ana.

Me volteo a verla con mis manos a la cara. Estoy retrasada para el trabajo y en un lugar que no es mi departamento.

—Buenos días. En serio, me disculpo por haberme quedado dormida, señora Ana —arrugo el ceño apenada y comienzo a doblar la manta—, no pasará más, anoche se me hizo tarde por haberme quedado hablando con Lisandro y...

—Ay ya, ya. Venga, no tienes nada de que disculparte. Entiendo todo, ya Lisandro se fue a trabajar y no quisimos despertarte.

- Flashback -

**Narra Lisandro**

Mi instinto madrugador me levanta y lo hago en total silencio porque no se si aún estará Hedel allí, aunque estoy un 70% seguro de que sigue dormida ahí en el sofá.

—Pss, pss, bombón. —Mi madre me llamó en susurros—. Aún Hedel está allí ¿la despertamos?

—No, mejor déjala hasta que sola se despierte, sería vergonzoso para ella que la despertemos nosotros, se sentirá más apenada. —Me paro a su lado— Me voy a arreglar para irme a la clínica.

Me retiro caminando hasta la salida, mamá no me ha dicho nada así que volteo y me acerco un poco otra vez. —Y prepárale algo para que coma, probablemente despertará alborotada que ni tiempo le dará de nada... —hice una pausa— Nos vemos luego, y perdona la molestia madre, que hoy el Salón creativo se abra tarde.

La escuche reírse suevamente. —Sabes que esto no me molesta para nada...

Me di nuevamente la vuelta, me sentía algo penoso por pedirle todo esto a mi madre, pero sentía que debía hacerlo.

«Me hubiese encantando poder ver la reacción de Hedel al despertar... Con lo descuidada que es. Bien, hora de trabajar...»

- Fin del flashback -

La señora Ana me dice que Lisandro le pidió que no me despertara y me parece una broma muy mala de él.

—Y no me digas señora, dime Ana, soy tu amiga Hedel, ya déjate de tonterías.

—Es que yo no ando por ahí durmiendome en los negocios de las personas, en serio, perdóneme. Es primera y última vez que sucede.

—¡No, no! No digas eso, tú ven cuando quieras. A Lisandro le hace falta una amiga como tu —me susurró— ya que es muy lento, no tiene muchas amigas.

—Lo que no entiendo es ¡por qué no me despertaron más temprano! Debí estar hace una hora en la oficina, mi jefe me va a decapitar.

Rocogo mis cosas y me acerco rápidamente adónde Ana para despedirme.

—Volveré pronto para agradecerle como se debe y disculparme por tal abuso de quedarme dormida en su negocio. Ahora me voy, nos vemos. ¡Que tenga un buen día!

Los ojos del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora