Don't save me (Camren Fic)

XII - WE EXIST

-Dime que no le dijiste eso, Lauren -dijo Brad indignado. Iban en un taxi hacia el aeropuerto donde el avión de Brad esperaba por ellos.

-Es la verdad -respondió encogiéndose de hombros.

-Le dijiste a Gwen Fairfax que ya no estabas saliendo con Camila y que no te importaba si iba tras ella. ¿Cuál es tu problema?

-Aparentemente el autismo es mi problema -Brad se removió incómodo gracias al comentario de Lauren.

-La gente en esta ciudad son como tiburones y tú saltaste al tanque cubierta de sangre -dijo sin mirarla-. Enfócate en pasar una buena navidad y cuando volvamos arreglaremos este desastre.

-De acuerdo -aceptó Lauren y apoyó la cabeza en el hombro de Brad, él le inspiraba confianza.

En el aeropuerto fueron conducidos a una de las terminales privadas, en el avión, Lauren se sentó en el mismo lugar que se había sentado en su viaje de Miami hacia New York, la diferencia era que esa vez no estaba Camila a su lado tomándole la mano o dándole besos en la mejilla. Respiró profundo e intentó dormir, pero no pudo conciliar el sueño durante las tres horas que estuvieron en el aire. El insomnio estaba de vuelta con más fuerza que nunca. Aterrizaron en Miami y Lauren se bajó del avión, Brad se bajó tras ella y le dio un abrazo.

-Gracias por traerme -agradeció sinceramente, de haber estado sola dudaba que hubiera podido subirse a un avión.

-Cualquier cosa por usted, señorita Jauregui -respondió Brad con una sonrisa.

- ¿Ahora a Londres?

- ¡A Londres! -exclamó-. Cuídate, Lolo. Volveré por ti el año que viene.

-Hasta el año que viene entonces. Feliz navidad, Bradley.

-Feliz navidad, Lauren.

Su auto la esperaba en el estacionamiento del aeropuerto. Metió el disco de Arctic Monkeys al reproductor y subió todo el volumen, esperaba que la música alta no la dejara escuchar sus propios pensamientos. De camino a su casa se sintió tentada a pasar por el vecindario de Camila y visitarla, quería decirle que la extrañaba y quería explicarle todo lo que estaba pasando con ella. También le habría gustado decirle que no estaba dispuesta a dejarla ir tan fácilmente y mucho menos a las garras de Gwen Fairfax. Siguió la ruta hasta su casa, decidida a no pensar en Camila.

La casa de la familia Jauregui estaba decorada para la ocasión. En el hall de entrada estaba el pino donde estarían los regalos en un par de días, era tan alto que casi tocaba el techo y de un verde tan brillante que Lauren tuvo que tocarlo para asegurarse de que fuera natural. Guirnaldas, coronas de pino, muñecos de nieve y otras decoraciones por el estilo estaban repartidas por toda la casa. En la puerta de su habitación tenía una bota colgada con su nombre bordado en dorado, en la mañana de navidad estaría llena con regalos. No había nadie en casa cuando llegó por lo que pudo ir de inmediato a su habitación donde se quedó hasta entrada la tarde cuando su padre volvió de la oficina.

Clara tenía planificados los días de sus hijos por lo que quedaba de año, cada noche tendrían una fiesta o coctel al que debían asistir en familia, dos veces serían ellos los anfitriones. Una de las fiestas que la madre de los Jauregui consideraba más importante era la fiesta del colegio St. John a la que debían asistir obligatoriamente. Lo que usarían los tres ya estaba escogido, gesto que Lauren agradeció por primera vez, no quería tener que decidir nada.

Lauren fue la encargada de buscar a Chris en el aeropuerto el día antes de navidad. Su hermano menor tenía marcadas ojeras y parecía agotado en general. Chris le dio un estrecho abrazo que Lauren recibió con sorpresa.