Lauren amaneció la mañana del domingo compartiendo la cama con Jasmine. Después de ganarle todas las fichas a Austin Mahone en su propio juego, Lauren en compañía de Jasmine se habían ido hacia la bodega de vinos de la casa y con dos bajo el brazo, se fueron hacia la habitación de Jasmine. Su sentido común le decía que tomar era la peor decisión que podía tomar en ese momento, pero no había demasiado por hacer, estaba ebria con la victoria. Salió de la cama procurando no despertar a Jasmine y con sus zapatos en mano, salió de la habitación. Sentía una punzada en la frente que se hacía más fuerte con cada paso que daba, cerró la puerta con cuidado y se encontró con Ally que salía del baño.
—No es lo que parece —se defendió de inmediato.
—Yo no he dicho nada —replicó Ally alzando las manos—. Nos vamos en una hora.
Lauren caminó lo más rápido que pudo hacia su habitación, en la que no había pasado ni una noche. Fue directamente al baño donde miró con horror su propio reflejo, estaba despeinada y el poco maquillaje que se había puesto estaba corrido. No le sorprendía la reacción de Ally. Se dio un baño, se vistió y empacó las pocas prendas que había llevado al viaje, una vez terminaron de desayunar, se subieron al mismo auto y volvieron a New York.
Los recuerdos de la noche anterior eran borrosos, recordaba ganar, salir de la carpa y tirarle las fichas a George que dormía en un sofá, recordaba ir por el vino, allí las cosas comenzaban a mezclarse. Había música en algún punto y recordaba bailar, Jasmine había dicho algo sobre algo y después no recordaba nada. Lauren no era buena para beber y tomando medicamentos empeoraba. En las ocasiones en que había bebido más de una copa, su memoria se convertía en un cúmulo de manchones a los que intentaba ponerle orden sin éxito. No había besado a Jasmine, ¿o sí?
—Jasmine parece agradable —le dijo a Ally que iba sentada a su lado, Troy iba a su lado completamente dormido.
—Le gustas —dijo Ally.
—No… Mierda, qué hice —se tapó la cara con ambas manos—. No iré a ninguna fiesta contigo de nuevo.
—No me culpes de lo irresistible que eres, Lolo.
— ¡Cállate! —masculló. Primero Camila y ahora Jasmine. Habría querido poder decir que nada había pasado, pero no podía. Deseaba llegar a casa y esconderse bajo su cobija, lejos de las miradas sugerentes de Ally y la gente que parecía interesarse en ella. Lauren no entendía qué podía tener ella de atractivo. Ese era un camino peligroso que sus pensamientos no debían seguir, lo descartó de inmediato y comenzó a preocuparse por eventos más inminentes, como por ejemplo, su encuentro con Camila en los próximos días.
Por más que lo intentara, no podría evitarla para el resto de su vida, seguía viviendo en la puerta de al lado y compartían una clase. ¿Qué le diría cuando la viera? ¿Podría controlarse? El primer paso para salir del hueco que ella misma había cavado era admitir que tenía un problema, eso era más que evidente. El segundo paso era reconocer que ese nudo en la garganta que se formaba cuando veía a Camila con alguien más, era provocado por algo vulgar y corriente llamado celos. La pregunta era, ¿celos de qué? Compartir un beso no era nada en el mundo real, un gesto casi inocente, una tontería. Le resultaba increíble su capacidad para convertir un copo de nieve en una avalancha, tendría que sacarlo a relucir en su próxima sesión con su psicólogo.
Los rascacielos hicieron su aparición en el horizonte y la inquietud en Lauren aumentó. Era ridículo, se decía, no podía estar haciendo semejante alboroto sobre nada. Sin embargo, mientras más lo pensaba, más rápido llegaba a una peligrosa conclusión. Lo quería todo, los besos, los juegos mentales, el drama, la desesperación, lo necesitaba todo porque si bien el mundo parecía derrumbarse a su alrededor, la verdad era que nunca se había sentido tan viva como en aquella terraza. Ahora la pregunta era cómo obtener ese todo que tanto deseaba.
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Don't save me (Camren Fic)
Fiksi PenggemarLauren Jauregui es una estudiante de segundo año de NYU, a pesar de tener una vida perfecta, buenas notas y grandes amigos, Lauren siente que algo anda mal con ella. Su cabeza le juega malas pasadas y siente cómo poco a poco va perdiendo la cordura...