Don't save me (Camren Fic)

XIX - WE KNOW

Con su llegada New York, Lauren se puso manos a la obra, perder el tiempo era uno de sus mayores remordimientos y estaba resuelta a no desperdiciar un segundo más. Por más que su corazón se removiera cada vez que veía a Camila, debía aceptar lo inevitable, estar juntas ya no era una opción. Keana y ella saldrían a cenar al día siguiente, algo casual, dos amigas compartiendo una comida.

Llegó al restaurante donde Keana la esperaba, fueron guiadas a una mesa y de inmediato la conversación fluyó. Era ingeniosa e inteligente, tenía un sentido del humor afilado y rápido, Lauren no pudo evitar sentirse intimada al comienzo, pero la manera que tenía Keana de mirarla le borró todos sus inseguridades de un plumazo. La sensualidad con la que pronunciaba cada palabra la convertía en una criatura irresistible y Lauren se sintió afortunada de que alguien como Keana la escogiera a ella de entre todas las personas de la ciudad. La mejor parte era que se interesaba sinceramente en lo que Lauren tenía para decir, la alentaba a abrirse sobre sus experiencias pasadas y emanaba comprensión.

Una cita se convirtió en dos y pronto en cuatro a la semana, Lauren pasaba la tarde en el apartamento de Keana en Brooklyn, no tenía el valor suficiente como para llevarla a su propio apartamento, una parte de ella se aferraba a los recuerdos compartidos con Camila entre esas paredes. Sentía que hacía lo correcto y esa era una sensación nueva para ella, Keana ya era amiga de sus amigos por lo que las presentaciones no harían falta y acoplarse a ellos menos. La única que parecía renuente a la relación era Dinah, algo que tomó a Lauren por sorpresa, sabía que no era la persona favorita de Dinah, pero quería creer que habían progresado al menos un poco. Sin embargo, las miradas reprobatorias que le lanzaba cada vez que hablaba de Keana le hacían pensar que no era así.

Los días se volvieron semanas y Lauren se sentía cada vez más cómoda con Keana, tenía un buen presentimiento al respecto, como si algo emocionante le esperara a la vuelta de la esquina. No quería apresurar las cosas y se negaba a comprometerse por completo a esa relación antes de estar totalmente segura, pero con el paso de los días, la seguridad en ella aumentaba. Su vida parecía estar finalmente en orden, podía pasar los días sin preocuparse más de la cuenta y sus ataques de ansiedad eran esporádicos. La única pieza que no encajaba era Camila.

Intentaba hablarle y se encontraba con una pared, sus sonrisas le parecían falsas y le daba la impresión de que la evitaba. La explicación habría sido que estaba celosa, pero ella estaba con Gwen lo que eliminaba la explicación de inmediato, Lauren se encontraba sin respuestas una vez más. Gwen frecuentaba a Jasmine y a Spuck, siempre sin Camila, por más amable que se mostrara, había algo en ella que le causaba repulsión. Todos los que la conocían parecían encantados con ella, dispuestos a besar el suelo por donde caminaba, todos excepto Keana, eso sólo hacía que le gustara más.

-Salí con ella durante un par de semanas durante el verano -dijo Keana mientras miraba a Gwen desde el otro lado de la sala, estaban en otra de las reuniones de los hermanos Villegas.

- ¿Por eso no te cae bien, porque te rompió el corazón? -bromeó Lauren a pesar de que lo preguntaba en serio.

-No me rompió el corazón, dejamos las cosas en buenos términos, pero ya no me impresiona. Gwen es así, deslumbra a todos a su alrededor hasta dejarlos ciegos, pero cuando la ves un poco más de cerca, te das cuenta de que no es tan brillante como parece.

Era una descripción apropiada de Gwen, Lauren cambió el tema de inmediato, no quería desperdiciar su tiempo con Keana hablando sobre Gwen, sin embargo una frase se quedó grabada en su mente, "no es tan brillante como parece".

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-Mamá llegará el miércoles, el jueves cenaremos con ella y el viernes será la gala benéfica de la Fundación Fairfax -dijo Gwen mientras leía su horario en el ipad-. El fin de semana es la entrega de medallas a los deportistas destacados de la universidad, estaré recibiendo una, por supuesto. El domingo tenemos un brunch con mamá.