Cap. 28 Jamás

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Narra Isis

-Woooow, como que todo el mundo, frena ahí amigo. Eso último salió de mi boca involuntariamente.

-¿Amigo he? Me dijo Villa mirándome con el ceño fruncido.

-Nooooo, osea fue una expresión nada más. Osea equis, la cosa aquí es que tienes razón lo que dices, pero Villa, si en algún momento tú y yo fuéramos novios, la verdad es que no quisiera estar en la primera plana en las revistas de farándula o que nuestros nombres estén en los programas de chismes y así. Honestamente no estoy preparada para ser la novia del gran Juan Pablo Villamil.

Tal vez fui muy directa o quizá fue muy seco el tono de mi voz, pero lo que le dije es verdad. No quiero ser acosada por sus fans o por reporteros, la verdad no me sentiría cómoda con los ojos puestos sobre lo que hago o subo a redes.

-No, no te preocupes. Viéndolo así fue muy atrevido de mi parte decir eso, lo siento, no pensé que te iba a disgustar todo eso, como el otro día tú a la chica fan de tu trabajo.....

-No te disculpes, es que entiende no es fácil salir con el banjista de Morat, yo te conocí siendo Juan Pablo de Malta, el mismo que iba a tocar con sus amigos en las noches y me gustas por lo que eres y no por quién eres. Solo, no me gustaría que se metan entre nosotros. Recuerda que soy una simple mortal, reí para apaciguar las cosas.

-Sí entiendo. Es raro al principio, pero no lo tomes personal todo lo que dicen, son netamente especulaciones porque la verdad siempre la tendremos los dos. Me dijo Juan acariciando mis mejillas y acercándome a él para darme un cálido beso.

Esos besos se estaban convirtiendo en algo más que fundamental para comenzar o seguir con el día y aunque no se lo he dicho, tengo miedo que esto vaya en picada y me quedé yo mientras su amor escapa de mi.

Miércoles

Ayer después de la piscina, los juegos y cocinar algo fuimos a ver una película en la sala. La verdad es que al principio estuvo chévere, luego me dio sueño y Juan prefirió que vayamos a dormír.

Hoy me levanté a las 7:30 fui al pueblo a comprar unos plátanos verdes para hacer el desayuno. No quería hacer el típico desayuno americano, quería hacer algo más contundente, más tradicional, algo que diga wooowww, me caso con esta chica.

Regrese del micro mercado y me puse manos a la obra. Hice uno de los platos que más me encanta y es el tigrillo, sí lo sé, tiene nombre de animal, pero esque en verdad parece por los colores de los ingredientes que se usa, pase café, hice un jugo de naranja y estaba listo.

-Vamos dormilón, despierta.

-ummm no, cinco más, estaba soñando con Isis, deje que venga a mí. Me dijo Juan Pablo medio dormido aún.

-Cariño pero estoy aquí, reí ante su comentario.

-Noooo, negó con su cabeza y se soltó de mi agarre. -Déjeme 5 más, solo un beso linda. Dijo dormido.

Me acerqué a él y dejé un beso en la mitad de su espalda, subí un poco más y le di en la nuca, dirigí mi boca a un costado y estaba en su cuello.

-La quiero bonita. Sonrió pero no abría los ojos.

-Yo también te quiero Juan, susurré en su oído y él sonrió. - Vamos cariño el desayuno ya está, despierta, abre esos hermosos ojos sí?

Miraba expectante que Juan abra los ojos pero solo sentí como alguien tiró de mí y caí al colchón.

-Juan, vamos te prepare algo rico, se va a enfriar.

Un Amor a Blanco y Negro - PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora