Cap. 22 Mi mundo

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Narra Isis

Salí del departamento temblando como una gelatina, me arriesgue hacer algo que no sabía cómo iba a tomar Juan Pablo

-Va, en un rato te aviso.- me acerque a él un tanto apurada-Te quiero y dejé un casto beso en sus labios para salir corriendo.

<Valiente, muy valiente de tu parte niña> una voz me lo decía por dentro y no sabía si reír o tener miedo por eso. Encendí el auto y me dirigí a la oficina, en el camino llame a Flor para que me cubra unos minutos por si mi jefe pregunta por mí.

-Hola, hola, hola. Dije entrando en mi oficina y viendo a Flor dar la vuelta en mi super sillón.

-ok, ahora dime por que llegas-miro su reloj en su muñeca-12 minutos tarde y porque estás rara. Dijo achicando sus ojos.

-Buuuuuenas, resulta que tengo un invitado en mi casa y resulta que ayer nos quedamos dormidos y vuelve a resultar que mi visita es mi bello y adorable Juan Pablo, suspiré al decir su nombre.

-Espera, cual Juan Pablo? Me pregunto Flor un tanto confundida, porque desde hace años que ella no escucha su nombre por estos lares.

-Mi Juan Pablo, Flor. El único Juan Pablo Villamil de Morat que tengo en mi vida. Dije batiendo mis pestañas frente a su cara.

-Woooow y solo durmieron? Eso no te lo creo peque. Me dijo con una risa burlona.

-Oye me ofendes, acaso me has visto loquear con otro hombre? Pregunte fingiendo estar ofendida y se que su respuesta será sí, porque ella sabe de mis pequeñas hazañas cuando salía a loquear.

-Quieres que responda eso? Me dijo arqueando una ceja con su risa burlona que tanto la caracteriza.

-ok, tu ganas. Solo por favor no hables de eso frente a Juan Pablo- uní mis manos en señal de súplica-tú más que nadie sabes cuánto me gusta ese hombre y ahora nos estamos dando una oportunidad de conocernos después de tener un fin de semana caótico.

-Y porque caótico, que hiciste? Me dijo Flor cruzando sus brazos y apoyándose en mi escritorio.

-Bueno pues digamos que entre en pánico por su llegada y su cercanía y mi cerebro no lo proceso de la mejor manera y casi terminó perdiendo a Juan. Dije avergonzada por el show del fin de semana.

-Bueno, pero si dices que no diga al frente suyo es porque está por aquí verdad, dijo sacando la cabeza de mi oficina y viendo al pasillo.

-No, le dije que venga para el almuerzo, tenemos una hora de almuerzo y pues es perfecto para que lo conozcas y me digas que opinas. Le dije emocionada.

-Oye peque no es por ser aguas fiestas, pero si te acuerdas que nosotras almorzamos en el restaurante de aquí al frente, no? Me dijo preocupada.

-Mierda, me olvidé. Y ahora qué hago? ¿Será que lo llevó a comer en el centro comercial?

-Noooo, como se te ocurre, el centro comercial es un lugar muuuuy público y va a estar expuesto. Dijo Flor caminando de un lado al otro. Y ahora qué hacemos?

-No Flor y ahora? Mejor le digo que no venga y se quede en mi casa hasta yo llegar. Hice una mueca.

-Oye y cuánto tiempo se queda? Me pregunto mientras caminaba de un lado a otro. 

-Toda la semana, dije triste

-Saca vacaciones esta semana. Tienes días de vacaciones acumuladas, saca esta semana, como lo vas a dejar solo en tu casa todo el día. Acaso es tu perro o que? No seas inhumana mujer.- Me dice Flor cruzada de brazos. -Oye qué te parece si van a mi casa a las afueras de la ciudad.

Un Amor a Blanco y Negro - PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora