Un Amor a Blanco y Negro - PAUSADA

Cap. 18 Locura

Narra Villamil

Son las 12:35 minutos estoy prácticamente esperando a Isis 15 minutos y estoy un poco asustado porque creo que la gente me está empezando a reconocer. ¡Mujer, dónde está!. No pasa mucho más de mi pensamiento y veo llegar un auto gris que se para frente a mí, sin previo aviso siento como alguien se cuelga de mi cuello y ese olor tan delicioso es de mi niña.

-No lo puedo creer. Esas fueron sus palabras mientras me apretaba más a ella.

-Pues creerlo porque estoy justo aquí. Sonreí grande, aunque ella no me pueda ver, porque tenía sus rostro pegado a mi pecho.

La separé de mí un poco y noté en su mirada un brillo particular, una mezcla de sentimientos en esos bellos ojos.

-Oiga Is, se que nos extrañamos mucho, pero será que nos podemos ir, la gente me está empezando a reconocer y no queremos salir en una revista mañana.- Reí

-oh si, ay lo siento, lo siento. Súbete vamos. Me dijo algo sonrojada.

-¿Me abre el baúl, porfa?

-Qué tonta, sí, lo siento.- Sonrió y me abrió el baúl del auto.

Me subí en el asiento del copiloto mientras ella se ponía su cinturón de seguridad. Salimos del área de parqueo del aeropuerto y encendió las luces de parqueo, la miré extrañada porque recién salimos y ya paro.

-Pasa algo, Is? Le pregunté confundido.

-Sí, osea no. Ummm es que está nublado y no se ve la carretera, yo casi no vengo por aquí y me da un poco de miedo conducir así, vamos a ir despacio, ok?

-ok, como se sienta cómoda Is. Le dije aparentando su mano y acariciando su mejilla.

-Pues vamos- dijo con una sonrisa. -Si quieres conecta tu celular y pon música.

Mi playlist es muy rara, aunque siendo honesto, la música en inglés es lo que más abunda en mi celular, se que a Isis no le gusta mucho ese tipo de canciones, pero la escuchaba tararear algunas.

-Juan, umm tienes reserva en algún hotel o algo por el estilo? - Mierda, como se me había olvidado algo tan básico cuando alguien sale a vacacionar.

-La verdad es que no. Me olvidé por completo de reservar un hotel. Todo fue tan imprevisto que solo me preocupé del boleto de avión.- pasé una mano por mi cabello, porque a quien se le olvida eso.

-Porfavor deja el drama, te quedarás conmigo, así queeee.... Vamos a mi casa.

Esa última frase la dijo con algo de emoción y nerviosismo, pero como lo noté? Pues era fácil, empezó a darle la vuelta a su anillo que llevaba en su dedo medio de la mano izquierda.

Llegamos a un edificio no tan pequeño al norte de la ciudad. Entramos al parqueadero y me abrió el baúl para sacar mi maleta. Vi que abrió la puerta de atrás del auto y empezó a sacar algunas fundas. Me acerqué para ayudarla con algunas cosas y así subimos al 6to piso.

El lugar era muy acogedor, no tan grande, con una vista muy linda desde la isla de la cocina, tenía dos baños, dos habitaciones y una pequeña oficina donde tenía libros y algunas cosas más, en la sala tenía tres sillones grandes de cuerina de color verde oscuro con unos almohadones naranjas y amarillos, una gran TV en el sala, un parlante de cine en casa me supongo y muchas fotografías familiares, de amigos y de sus mascotas.

-Bueno, ahora sí, ven te indicaré tu habitación. Siento mucho el desorden del departamento pero no pensé que vendrías y estaba muy cansada como para arreglarlo. Dijo algo sonrojada.

-No te preocupe, fui yo el que vino sin avisar, pero la extrañaba mucho y oírla solo me trajo hasta aquí. Me miró sin creer mis palabras con cara sorprendida.

-Creo que mejor te acomodas, te duchas y luego hablamos de eso, ¿ te parece? Mientras voy haciendo algo para cenar. Me sonrió mirándome directo a los ojos.

-Claro. Sonreí y desapareció de mi radar.

Me demore en la ducha más de lo planeado pero estar 11 horas en un avión es lo más estresante y cansado que se puede experimentar.

Salí de la ducha y hacía un poco de frío en esta habitación. Saque de mi mochila un hoodie blanco, un pantalón negro, me puse mis deportivas blancas, peine un poco mi cabello y salí. Camine por el pasillo, se escuchaba la canción de Ed Sherman first time para ser exacto. Entré a la cocina muy cauteloso, quería ver qué hacía Isis mientras escuchaba esa historia de amor hecha canción.

Me paré en el marco de la cocina, mientras ella rayaba algo de queso en un pequeño boul.

-Woow, para odiar las canciones en inglés las canta bien.- Su cara fue de horror, si bien el idioma inglés no era su preferido, lo pronuncia bien al cantar.

-Juan Pablo no me asustes así, suficiente con su aparición repentina en mi casa. Me dice algo molesta pero sonrojada.

-Lo siento, si la incómodo mañana mismo voy al hotel donde nos hospedamos la última vez que vinimos, dije desconcertado por su respuesta.

-Nooooo, estás loco.- le bajó a la canción y me hizo una seña de que tome asiento en la isla.-No lo tomes a mal, solo que me sorprendió mucho tu llegada sin muchos detalles y todo eso. Mi casa está hecho un relajo, apenas y compre para cocinar y llegas tú, Juan Pablo Villamil, el banjista de morat a mi casa con tremendo desastre.- dijo todo eso con la mirada baja e intentando jugar con su anillo que obviamente no lo tenía, pero lo disimuló muy bien.

-Is, yo quería sorprenderla, está semana tengo días libres y necesitaba verla, extraño mucho nuestros chistes malos, las videollamadas, todo.-Al decir todo eso Is me miraba incrédula, pero porque es tan difícil de creer que estoy aquí, no soy un hombre fuera de lo normal como para que ella se sienta así, a menos que...-Oiga de verdad no quiero causarle molestias a usted ni a su novio con mi llegada aquí, creo que fue muy impulsivo de mi parte llegar sin avisar. Pero no sé preocupe mañana voy al hotel y de hecho cambiaré mi boleto para irme pronto a Bogotá.- Me sentí tan estúpido por pensar que Isis sentía lo mismo que yo por ella, toda mi idea de estos días con ella acabo de echar a la basura, era obvio después de años de no vernos, ella no iba a seguir enamorada de mí.

-Juan, aaaaay!! No me entiendes, primero sácate la idea del novio que no tengo, dos, no vas a ir a ningún hotel y tres, cuál es tu plan inicial?

-Mejor dejemos así Isis, estoy muy cansado, tome un vuelo de 11 horas para llegar aquí y creo que fue una locura. Gracias por la cena pero iré a descansar. Buena noche.- sentí un dolor en mi pecho, enojo y algo que empezaba a subir por mi garganta, la verdad no pensaba que esto iba a pasar así pero nadie puede obligar a nadie a enamorarse.