Capítulo 3: Detrás de la Cara del Villano

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El mundo esta loco, ¿no es así?

Bueno, quizá para entender un poco más, debemos remontarnos una semana antes a la mansión Encinereb, y luego de los intentos fallidos de Astral Mertencia por parecerse mínimamente al Villano original, y al hecho de que lo único que consiguió fue el apoyo incondicional de sus progenitores.

Quienes, al no estar conforme con tan pequeños gastos ni actitudes, le alentaron más enseñándole como es que en verdad debía castigar a los sirvientes y cuánto es lo que podría llegar a gastar en un solo día. Decir que una chequera en blanco era poco, bueno...

Siendo quien fue, aun en su vida pasada jamás imagino ver tantos ceros juntos y mucho menos gastarse al poco tiempo o de una sola sentada. Estaba seguro que eso era plenamente ilegal en el mundo real, sin embargo...

Solo debía recordar que estaba dentro de una novela RoFan, y que las leyes normales aquí no aplicaban o puramente no existían. Por lo que preocuparse de cosas banales, bueno, solo le distraían.

¿De qué?

Te preguntaras.

Bueno, de su propio y egoísta objetivo: ¡Sobrevivir!

Dejando de lado que tan confuso era este mundo, Astral aun era consciente que era el Villano y por tanto, tenía el tiempo contado.

Gastar sus energías en algo que resultó inútil y que no le beneficiaba en nada, solo adelantaría lo que iba a ser inevitable. ¡Así que no podía darse más el lujo de distraerse!

¡Su vida estaba en juego!

¡Su Ducado estaba en juego!

¡E incluso su familia estaba en juego!

¿Cómo podría ignorar esos hechos cuando poco a poco se acercaba el protagonista con la guillotina? No, no podía permitirse morir. No ahora.

No cuando ya había decidido vivir.

Así que juntando cada una de sus experiencias y conocimientos de su vida pasada, y luego de deliberarlo casi dos días enteros, dio con una solución.

Y es que, si recordaba bien como es que se manejaban los poderes en ese mundo bajo la familia Imperial y la facción Noble. Entonces, lo único que necesitaba era el permiso de sus padres y la contribución de su prometido. ¿Sonaban fácil no?

¡Pues no!

¡NO! Tampoco era así de sencillo.

En primer lugar porque él fue quién hostigo a sus padres para que le permitieran ese compromiso y en segundo lugar, dudaba que la familia de su prometido, hiciera todo de buenas y a la primera. Lo que le dejaba en un rincón y contra las cuerdas.

Ah, ¿acaso había alguien peor parado que él? ¡Ja! Lo dudaba. Pero notando que esta era la única forma de romper el compromiso y alejarse del protagonista... Tendría que intentarlo. 

Aunque para ello, también debía arreglar algunas cosas sobre sí mismo.

Así que llegando la mañana, cinco días antes de la llegada de su prometido, se puso en marcha para echar andar aquella oficina personal que solo acumuló polvo durante... Dios sabe cuanto tiempo. Reviso estantes, libros, hojas, tinta, velas y demás papelería para saber que iba a recatar y que sencillamente debía de tirar.

El polvo había hecho de las suyas, así que cuando abrió los grandes ventanales para una adecuada ventilación, no fue ninguna sorpresa el hecho de que la tela se rasgara ante su suave toque, ni mucho menos haber llamado la atención de sus padres que casualmente paseaban cerca del lugar.

¡Villano Por Favor, No Mueras! [Keyshipping] [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora