Capítulo 18: El Orgullo de la Nobleza [ I ]

76 4 0
                                    

Yuma sabía, que a veces, la casualidad no era exactamente una variante en la cual él podía tomar y creer con firmeza para dar una explicación a algo. De hecho, si lo pensaba con detenimiento, llegaba a ser algo tonto en creencia. Algo que, sencillamente trataba de ocultar una verdad en las mentes de los más débiles.

Un engaño podría describirlo mejor.

Así era como lo percibía, incluso cuando estaba en el mundo real con personas reales y que se mostraban sonrientes ante él. Sus motivos ocultos no siendo más que conseguir su amistad, aunque, nunca con buenas intenciones.

La búsqueda del ascenso y el poder siendo un dato que creían que él pasaba desapercibido. Pavoneándose delante de su presencia para poder caer en su simpatía. La confianza ciega jugándoles una mala broma que Yuma consideraba duraba de más. Los halagos llegando sin pedir mientras el sólo trataba de trabajar en paz y con eficiencia. Su paciencia pareciendo ponerse a prueba hasta que, llegaba el momento en el cual él les "daba" lo que querían.

Las malas miradas comenzando desde ahí, tanto como las intimidaciones a su persona como a su equipo. El trato de un puesto más arriba consiguiendo que aquellos incautos que le sonrieron, terminaran por insultarlo. Rebajándolo solo para su placer y su burla.

Esto apenas durando una semana solamente para que pudieran probar algo de glamour. Astral siendo el que Intercedía inmediatamente después, consiguiendo pruebas contundentes gracias a su amado para un despido justificado y un boletín que era entregado a la bolsa de trabajo de Japón, impidiendo la contratación de aquellos idiotas por al menos diez años hasta cumplir el lapso. Los días buenos de aquellos tontos durando solamente un parpadeo antes de que Yuma sonriera desde arriba. Burlándose gratamente para luego darles la espalda. Sujetando la mano de su amado, el cual le apoyaba en todo momento. Aprobando sus acciones. Un hermoso consuelo llegando a la brevedad. Recibiéndole con los brazos abiertos y dulces palabras. La calidez logrando envolverle para darle ánimos y más valor. Sus días malos terminando con ello hasta que el ciclo comenzara de nuevo.

Esto siendo un factor determinante para poder filtrar a las personas que eran buenas y aportaban a la empresa que con tanto esfuerzo Astral había levantado desde cero. Yuma fungiendo como el vigilante en las sombras para que todo pudiera seguir marchando bien. Su agradecimiento reflejándose en aquellas acciones. Apenas molestándose verdaderamente para luego mirar a su amado.

Haciéndole sentir que todo ello valía la pena. Que mantenerse fuerte era su más grande virtud y su más grande fortaleza. Así se lo hacía saber Astral, así era como él mismo lo percibía. Siendo el mayor quien le colmaba de riquezas y promesas cumplidas, como con su propio cuerpo. Las noches largas, apasionadas y llenas de amor dejándole grabado a fuego en su mente que tanto él como Astral, hacían aquello para protegerse mutuamente. Queriendo dejar un legado que, quizá podían continuar con una adopción o dos.

Y sinceramente. Yuma estaba feliz. Muy feliz.

Y por supuesto, el hecho de que haya reencarnado en un Mundo de fantasía dentro de una novela, no cambiaba las cosas. Al contrario. Esa creencia aún estaba en su mente, en su cuerpo y en su alma.

Ardiendo lo suficiente como para no dejarse intimidar ante la situación que se le presentaba. En donde Elena, aquella sirvienta que le apunto con una espada a su cuello, se presentaba como una "inocente" nueva sirvienta apoyada por los Arclight. Su sonrisa viéndose tan vacía como sus ojos. Los cuales una vez le observaron, le miraron con odio y asco. Aquel sentimiento pareciendo reflejarse en sí mismo convertido en repudio.

Una sonrisa siendo necesaria para guardar las apariencias. Su expresión cambiando casi súbitamente al papel que representaba. La dignidad de ser una Duquesa saliendo a la luz mientras trataba de mantener su enojo a raya. No teniendo más alternativa que saludar a aquella mujer. Colocando sus manos al frente suavemente solo para acercarse al protagonista que se veía encantado. Quizá hasta aliviado. Mientras los demás veían esto sin apuro, la única excepción siendo Astral. El cual trato de mantenerse en alerta ante cualquier evento inesperado que surgiera. Sus manos escondiéndose elegantemente detrás de su espalda para no dejar ver cómo es que estas se hacían puños. Sonriendo medianamente como lo hacía siempre. Sin una pizca real de emoción.

¡Villano Por Favor, No Mueras! [Keyshipping] [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora