Capítulo 16: Expectativa

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Perverso.

Así era la manera en la que III veía sin dudar a Astral. Y no era que fuese demasiado ingenuo como para creer ciegamente en rumores o distintas palabras que salían sin cuidado sobre el peliblanco. Al contrario, sabía perfectamente como es que debía actuar ante los mismos y de qué manera es la que necesitaba actuar para afrontarlos con el suficiente criterio. Sin embargo, para bien o para mal. Él pudo ver esa maldad narrada en simples palabras a través de su propia experiencia y piel. Los golpes dados magistralmente con apenas algo de violencia siendo suficiente para admitir con miedo como es que, era en verdad el Duque Astral Encinereb. El frio mirar aun quedándose en su mente y sus pesadillas solamente para atormentarlo. Las amenazas sumando al temblor inevitable de su cuerpo. Convirtiéndolo en una prueba viviente sobre lo que se susurraba.

Las palabras acumulándose antes de darse cuenta cuanto es que era la dañada reputación de Astral, el cual, sin importar o no. Seguía con sus mismas actitudes, hablando de aquí allá mientras manipulaba todo a su antojo.

Un verdadero Villano.

Así era la descripción de III. O al menos hasta hace poco más de dos meses. En los que, el mundo parecía haberse vuelto loco. Los rumores iniciales cambiando drásticamente a casi idolatrar al peliblanco como un Dios salvador de la humanidad. Las ideas siendo alabadas tanto como su ingenio. La ayuda prestada a los más débiles dándole la principal razón por la cual ahora muchos querían apoyarlo o estar a su lado. Una discordancia apareciendo cuando el debut se llevó a cabo tiempo después. Su popularidad subiendo como espuma en el mar antes de que los rumores se vieran fácilmente opacados.

La perspectiva cambiando tanto como el cambio de estación anterior. Como la brisa de la primavera a otoño. Sencillamente era casi indescriptible como es que todo parecía haberse distorsionado. Su propia reputación de Duquesa siendo manchada antes de que eso dejara de importar en la alta sociedad. Los cuales seguían consumiendo todo lo que Astral les dejaba ver y lo que no. Toda la información pareciendo ser manipulada para llegar a un solo fin. Y eso era hacer que Astral pudiera comenzar a darse un mejor renombre que hace ya un tiempo atrás.

Los pasos del peliblanco siendo cuestionados antes de que III se diera cuenta que había perdido a un amigo al distraerse con ello. Su debilidad saliendo a flote antes de temer lo peor.

¿Su amigo había sido amenazado? ¿Amordazado y obligado? ¿Había algo detrás de su actuar? Y si era así, ¿Qué era exactamente y porqué de la nada surgió?

III sinceramente buscaba con ahínco el encontrar esas respuestas. Pero ahora, cada vez que lo intentaba. Fallaba. De una u otra manera. Era como toparse ante una pared gigante, impidiendo su paso o su curiosidad y preocupación. Esto causando muchas más dudas en él antes de percatarse como es que su amigo mismo defendía a quien se supone era un enemigo directo.

Y eso sencillamente era... Inaudito. Inconcebible. Pues, Yuma. Su sirviente y aliado, no tenía razones o el corazón para hacer aquello. ¿Pero entonces? ¿Qué diablos era lo que sucedía?

Sus dudas comenzando aún más fuertes y exigentes. Su estrés alcanzando límites insospechados antes de que, su vista alcanzará aquel hermoso niño lleno de inocencia de cabello azul, casi caminando por sí mismo a la horca. El pequeño cuerpo balanceándose con ignorancia y felicidad pareciendo dar las peores noticias antes de ver cómo es que trataba de llegar hasta la mansión de aquel ser malvado y sin corazón.

Sus alarmas encendiéndose solamente, para que en un momento lleno de pánico. Una luz pudiera llegar a su psique.

Una solución, fue lo que encontró.

Temió a ella. Claro que sí. Sin embargo, para salvaguardar la seguridad de Haruto, valía la pena. Él ya había probado un poco de la personalidad retorcida del Duque Astral. Pero eso no significaba que todos a su alrededor debían sufrirlo como lo fue con él. Así que, levantando su voz, fue que dio aquella propuesta. Encontrándose con miradas nada gratas antes de que estas mismas se iluminaran en entendimiento. Asintiendo una vez lo discutieron al menos por dos horas más. El té enfriándose mientras III se mantenía en expectativa. Su alivio llegando cuando todos accedieron, buscando una excusa para respaldarlo.

¡Villano Por Favor, No Mueras! [Keyshipping] [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora