Capítulo 19: El Orgullo de la Nobleza [II]

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Astral estaba consciente, que a veces las cosas que uno planea meticulosamente pueden salir no tanto como se planificó, sino más bien, estas mismas pueden dar un extraño rumbo en el cual su destino era incierto.

Como un laberinto lleno de caminos y trampas para engañar a los incautos una vez se descuidan lo suficiente antes de que algún animal o criatura mágica llegara a atacar por la espalda. Desgarrando la ropa o incluso la carne para alcanzar la yugular o directamente al corazón.

La sangre comenzando a correr como castigo por la arrogancia al creer que todo iba bien a pesar de saber secretamente que no. El piso debajo volviéndose un fago solo para ocultar tal desagradable escena y crimen.

El laberinto regresando a su estado original en espera a que otro tonto caminara a través de él. Confiando ciegamente que era suficiente para seguir.

Por supuesto, Astral sabía que ese ejemplo era un poco burdo y exagerado para lo que en verdad pensaba era su propio camino y sus propios planes. Solo debía dar un vistazo como para notar que estaba dentro de la mansión y a un lado de los aliados del protagonista.

Había enemigos, por supuesto. Pero nada con lo que no haya tratado antes, se podía decir así mismo que incluso estaba siendo relajado en ese sentido al saber de antemano las debilidades de los mismos gracias a su conocimiento de la novela "Flores de Estaciones". El detalle descrito siendo suficiente para que se comportara como lo venía haciendo desde que llego aquel mundo de fantasía.

El papel del Villano pasando a ser casi fielmente representado en ese sentido, dándole seguridad y un arma que podía usar en cualquier momento para su favor.

Y eso estaba bien, y era algo que se podía sobrellevar.

Más, había algo que le inquietaba desde el fondo de su corazón, y ese era el hecho de no haber podido ver a su amado la mañana siguiente a su promesa y los días venideros a ello. Su sentir comenzando a dudar sobre lo que sucedía antes de verse obligado a seguir con la cabeza en alto para enfrentar a quienes insistían en seguirle.

Apenas dejando a Haruto como un bello bálsamo al cual podía aferrarse para no caer en una profunda molestia al ser atacado constantemente a través de sutiles palabras o susurros que bien podía entender sin necesidad de acercarse más. Su propia labor manteniéndose en silencio antes de tener que aguantar las ganas de gritar "Basta" a los cuatro vientos.

Un suspiro llegando apenas comenzaba la mañana para luego, seguir con su nuevo itinerario.

El desayuno volviéndose silencioso tanto como para que solo estuvieran sus padres y los involucrados en el conocimiento de Haruto. Cada uno mirándose exhaustivamente para después ignorarse en un acuerdo para tomar energías para el día, el tintineo de la fina vajilla apenas trayendo algo de paz mental para Astral antes de que los susurros comenzaran de nuevo.

Esta vez enfocándose en algo que no le importaba o interesaba. El nombre de III saliendo de los labios de Vector con ligero dulzor para hacerle saber que ese no era su tema y mucho menos era relevante. Su mirar posándose en las puertas del comedor en espera de que su amado se presentara de un momento a otro.

Los minutos comenzando a ser largos para luego darse cuenta que aquello solo era una acción casi en desespero por saber qué es lo que pasaba con su pelinegro.

El desayuno transcurriendo más rápido a su gusto antes de tener que regresar a la fuerza a su rutina para llevarse a Haruto consigo, junto al grupo que le seguía.

Cegando sus visiones con aquel laboratorio nacido de la nada gracias a su mana, para entonces seguir adelante. Mas libros siendo presentados para que Haruto tuviera una guía ante, lo que sabía, representaba ahora como un estudiante y aspirante a alquimista.

¡Villano Por Favor, No Mueras! [Keyshipping] [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora