Capítulo 5: Rebeldía

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La Gran Marquesa Tsukumo, la Señora Mira, que se caracterizaba por ser una persona buena y bondadosa, ahora mismo se encontraba saliendo de un reciente shock.

¿Por qué? Te has de cuestionar, la respuesta era sencilla. Hace minutos, quizá ya sea un poco mas de un cuarto de hora, ella misma, con sus propias manos, se había atrevido a ponerle una mano encima a su preciado niño.

A su Doncel.

¿Por qué exactamente? Bueno, ese niño había cometido el error de aceptar la petición de acompañamiento del infame Duque Astral Encinereb...

Y tú me preguntarás, ¿era tan grave como para provocar una reacción tan violenta de su parte?

Tal vez para alguien que viniera de un mundo moderno donde las ideologías ya habían cambiado y se combatía por mucho el maltrato y todo tipo de violencia, esto no significa la gran cosa. Sin embargo, situándonos justamente en el mundo dentro de la novela "Flores de Estaciones" esta situación era en sí misma un hecho grave.

¡Todos sabían que no debían acercarse al Duque Astral Encinereb!

Quizá su rostro que parecía una bella obra de arte podría engañar a niños tontos como Yuma Tsukumo, pero para una Señora experimentada como lo era Mira Tsukumo, esto no podía ser más que solo una muestra de su increíble peligrosidad.

Como una araña que va tejiendo poco a poco su red, o una serpiente que se enrolla tímida para luego atacar, ¡Astral Encinereb no era mas que un vil hombre que se aprovechaba de los demás antes de desecharlos como si fueran menos que molestias!

Ella misma había visto con sus propios ojos como es que Astral Encinereb era realmente, y recordarlo aun le causaba pesadillas.

El saber que ese hombre podía arrancarle la cabeza a cualquiera que osara fastidiarle, en cualquier momento y lugar, sin duda hacia que su corazón latiera desenfrenado y se llenara de terror.

Por ello, cuando supo que su niño no tardaría en volver para cumplir con la obligación de realizar su debut, como regla estricta, coloco que ninguna carta se aceptara si es que provenía del Ducado Encinereb, --el Duque Astral justamente ya estaba rompiendo su compromiso, por lo que buscar a alguien mas para llenar el puesto que pronto quedaría vacante, era lo que le preocupaba. Yuma ya estaba en edad de casarse, y por ende era una presa fácil--; así que tal vez la medida podría considerarse deshonrosa o atrevida, pero consideraba que había funcionado bien hasta que lamentablemente, el cochero del carruaje que traía a su hijo abrió la boca.

¡Ah de haberlo sabido hubiera colocado hasta guardias en las fronteras!

Pues, tan solo pensar que su hijo se acercara a ese infame hombre con la excusa de su debut, fue suficiente para sacarla de sus casillas y llevarla a cometer ese terrible acto.

Además, que su hija mayor la haya ayudado para reprender y someter a un niño de quince años era... Seguramente un juicio terrible.

Rememorar como es que la mirada de su hijo cambiaba conforme mas lo atacaron, fue el detonante que le trajo de regreso a sus cabales.

Y aunque, luego del altercado, su amado esposo intento animarla, curando las heridas que se hizo a causa de la fuerza con la que abofeteo a su hijo, aun así había algo dentro de ella que le carcomía como un maldito veneno.

¡Villano Por Favor, No Mueras! [Keyshipping] [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora