Capítulo 23: El Respiro del Duque y la Duquesa

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—...Fue, un poco difícil... —

Admitió Yuma, con una voz cansada pero aliviada, consiguiendo relajar a Astral.

Quien le seguía manteniendo en brazos. Recargado cómodamente en la cabecera de la cama. Unas almohadas apoyando su espalda evitando cualquier daño o malestar. La oscuridad de la habitación apenas fungiendo como un dulce acompañante ante la conversación que nació. Arrullando sus mentes tensas y agobiadas. Otorgando el momento que tanto necesitaban. Cubriendo los ojos hinchados por las lágrimas, así como muchos besos que se brindaron. El cómodo ambiente pareciendo acunarlos antes de que siguieran susurrando. Tratando siempre de mantenerse cerca, entrelazando sus dedos. Tomando sus manos. Exponiendo sus verdaderos pensamientos y emociones.

—Trato de comprender todo el dolor que has pasado... —Menciono Astral, tomando la palabra. Sin querer apartar la mirada de su querido Yuma. —Pero aun, no puedo evitar seguirme preocupando. Sé que has hecho un excelente trabajo como la Duquesa de este Ducado... Pero, Yuma...

—Comprendo... —

Interrumpió el menor. Imitando la acción de su esposo, posando una de sus manos en el pecho contrario. Acariciando con suavidad.

—No tienes que decir más... Sé que me excedí...

—No es eso. Yo... Realmente me preocupo mucho por ti. ¿Lo sabes, cierto?

—...Lo sé... Pero tampoco quieras tomar toda la culpa como lo haces siempre. —Dijo Yuma. Firme, pero con su voz cariñosa. Cansada. —También fue mi responsabilidad no decirte nada hasta que fue un poco tarde...

—Aun así, Yuma...También hice mal al dejarte totalmente con un personaje que ya sabía estaba loco a decir poco... Creo que, fui indulgente en esa parte... Si yo hubiera sabido que esto pasaría yo. —

—No. Astral. —Detuvo Yuma. Negando suavemente antes de depositar un suave beso en la mejilla contraria. Sonriendo tenuemente. —...No solo tu conoces los eventos de este mundo y de esta novela. Yo también sabía que ella estaba loca... Que ya era una villana... Y aun así me sometí a una Guerra con ella...

—Pero...—Quiso hablar Astral, siendo negado por Yuma. El cual, posó uno de sus dedos en los labios ajenos. Fijando su mirada en los ojos heterocromos que tanto amaba. Y que en este momento irradiaban preocupación y amor.

Delatando a su dueño.

Encantándole a él.

—...No... Astral. Hasta donde yo sé. Es la responsabilidad de ambos este suceso. Nuestra indulgencia nos rebasó, y nos hizo confiarnos de algo que era inevitablemente volátil. Así que... Deja de culparte. Que yo también comenzare a hacerlo...

—Yuma...

—Hagamos algo. —Menciono Yuma.

Una de sus manos alzándose al aire para enfatizar su idea. Haciendo brillar hermosamente su mirada. Llamando poderosamente la atención a Astral. Quien le miro atento, curioso. Un poco renuente a dejar de culparse, pero dispuesto a escuchar.

—Digamos que la culpa fue de ambos por creernos más que la creadora de la novela "Flores de Estaciones" y perdonémonos mutuamente y hacia nosotros mismos... ¿Qué te parece?

—...Bueno...

Perdonarse, y perdonar. Esa era la propuesta de Yuma. Y Astral, definitivamente estaba encantado con la idea. Pero, aun estaba esa culpa que no le dejaba en paz. Ver los pómulos delgados y ligeramente marcados era prueba de que había fallado en proteger lo que más quería. Los dedos delgados que insistían en tomarle era algo que se agregaba a su lista de pecados. Los labios lastimados, apenas vueltos a humectar por obra de él, era su mayor castigo.

¡Villano Por Favor, No Mueras! [Keyshipping] [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora