Enséñame a vivir

Capítulo II

Desde ese día, ______ volvió a recordar lo que le había sucedido, y ahora ese niño se había burlado de ella y esta vez nadie la ayudó.

Comenzó a pasar más tiempo en casa, ya casi no acompañaba a su padre al negocio sentía que ese niño tenía razón y comenzaba a creer que de alguna manera lo que pasó fue su culpa.

Pasaron días, meses y años, y el señor Eduardo no lograba hacer que su pequeña saliera de casa, intento muchas cosas tratando de que su hija se sintiera mejor y al menos saliera de casa una solo vez.
Pero al pasar el tiempo este también se cansó de la situación y dejó de insistir aceptando que su hija no saldría de su encierro.

De vez en cuándo su padre la invitaba a salir, aún tenía un poco de esperanza en que aceptará y por fin saliera.

Por el lado de la chica quien ya cumplía con catorce años aún pasaba sus días culpandose por la muerte de sus padres.

Vivía encerrada en casa, lo único que hacía era la limpieza de la casa y en ocasiones se encontraba leyendo libros que su padre le llevaba.

Una de de esas mañanas, padre e hija se encontraban desayunando en casa.

-Oye papá, he estado pensando y decidí que quiero salir y dejar de encerrarme-

El padre se encontraba sorprendido ante tales palabras, no podía creerlo, al fin consiguió su objetivo.
Por lo que se levantó de la mesa y casi corriendo fue su habitación en busca de algo.

La muchacha espero pacientemente a que esté regresará y le diera una respuesta.

-Mira hija, hace unos días fui a una tienda de vestidos y te compre uno tenía la esperanza de que quisieras salir al fin, y también te compre unos zapatos, que espero te gusten- Explico con gran emoción el padre.

El vestido era color blanco este contaba con unas capas de tela que hacían que se viera un poco esponjado tenía los hombros caídos y en general tenía pequeñas flores también blancas por todos lados, y los zapatos eras blancos que contaban con un pequeño tacón y de igual forma una flor blanca decorando el frente de estos.

-Muchas gracias de verdad, es hermoso- Agració mostrando una sonrisa en su rostro.

-Adelante ve a vestirte para que salgas- Dijo aún con emoción.

-Claro lo haré, y gracias por tenerme paciencia y no rendirte- Respondió dándole un abrazo a su querido padre.

El solo correspondió al abrazo y la animo a irse para cambiarse.

La joven se dirigió a su habitación para cambiarse de ropa y al fin salir de aquella prisión que ella misma se impuso.

Tomo un baño para después vestirse, arreglarse el cabello, y colocarse un collar de una media luna como azul celeste.

Minutos después se dirigió a la entrada de su casa junto con su padre, ambos salieron y comenzaron a caminar caminar con dirección a la repostería.
Allí se despidieron, para que ______ pasear un poco por el pueblo ya que realmente nunca había comido por sus calles.

-Espero que tengas un hermoso día, mi niña, conoces el camino a casa y al negocio, cualquier cosa estaré pendiente tuyo, ¿Está bien?- Espetó aquel hombre.

-Claro que si, muchas gracias por todo, te quiero- Respondió abrazando nuevamente a su padre.

La muchacha comenzó a caminar por todas esas calles curiosa y sorprendida por todo lo que había, por otro lado los pueblerinos de Encanto se mostraban curiosos por la presencia de esa joven, ya que, al ser un pueblo pequeño todos se conocían y a ella nunca la habían visto.
Rápidamente se corrió el rumor de que una chica había llegado a el pueblo de Encanto, pero no sé sabía más de aquella muchacha.