Enséñame a vivir

Capítulo XI

Al día siguiente, ______ se encontraba caminando por las calles de Encanto pensando en que le podría regalar a Camilo por su cumpleaños.

Anteriormente ya había tenido una plática con su padre sobre cómo era que funcionaba el dinero para obtener algún producto, así que ya no se le dificultaría tanto conseguir algo para el chico.
Su padre decidió darle una cantidad considerable de dinero para que pudiera conseguir un buen regalo y claro, con ello nuevas experiencias.

Por lo tanto, la muchacha al ir caminando se topó con Dolores Madrigal.

-Hola ______, que bonita te vez hoy, hace tiempo no te veo, ¿Cómo has estado?- Saludo alegre la muchacha.

-Hola Dolores, muchas gracias, tú también te miras muy bonita hoy.
Es que casi no salía de casa pero eh estado muy bien- Respondió la chica regalandole una sonrisa a la Madrigal.

-Por cierto, ¿Mi hermano ya te invito a su fiesta?- Pregunto con curiosidad la muchacha.

-Si, ayer me fue a visitar y me invito- Respondió con honestidad la jovencita.

-Si asistirás ¿Verdad?-

-Claro, cuenta con ello- Espetó sonriente.

-Que bueno que asistirás, espero verte allá, me tengo que ir, nos vemos- Se despidió, y se apresuró a seguir con sus compras para volver lo antes posible a casita.

_______ siguió caminando en busca de un buen regalo para el Madrigal y se topó con una tienda de joyas y solo por curiosidad quiso entrar a mirar.

Al caminar por aquellos pasillos algo llamo su atención, observó a detalle, y era un cadena con un colgante en forma de camaleón en tonos dorados con detalles color verde esmeralda.
Ella al mirar tal collar creyó firmemente que ese era el regalo perfecto para el muchacho, su único problema en ese momento era si el dinero que poseía era suficiente para comprarlo.
Se dispuso a preguntar ala vendedora, se dirigió al mostrador y pido información sobre el collar, la vendedora era una mujer de edad media muy amable, rápidamente supo que esa chica era de la que en algún momento todos hablaban así que conocía bien su situación.
Claramente el dinero de la joven no era suficiente para comprar el accesorio, sin embargo, la mujer no se lo menciono a la muchacha y le hizo creer que el dinero que tenía era suficiente para comprar aquello.
La chica se lo creyó y muy feliz salió de la tienda con la joya entre manos, se dirijo a casa para guardar aquello, pues no quería perderlo o en su defecto, encontrarse con Camilo y viera su regalo.

Después de asegurarse de haberlo guardo muy bien volvió a salir de casa y con el poco dinero que le sobraba consumió una pequeña bolsa de regalo en tonos amarillos y detalles dorados, luego volvió a casa a arreglar el regalo y guardarlo para el día tan esperado.

No era ni siquiera el medio día, y ya no quería estar más tiempo en casa y optó por ir a la repostería nuevamente.

Al llegar al lugar no se encontraba su padre, estaba solo Alex.

Entró con normalidad anunciando su llegada con aquella campanita.
Alex sin siquiera voltearla a ver hablo.

-Hola buen día, bienvenida, ¿En que le puedo ayudar?-

-Solo vengo a ver a mi padre-

El chico reconoció al instante la voz, entonces el chico dirigió su mirada a ella.

-Ah, eres tú, el no está, salió hace un rato y me dejó a cargó- Respondió volviendo a mirar a su actividad.

-¿Sabes a donde fue?- Pregunto con seriedad.