A la mañana siguiente ______ despertó y se decidió a salir de casa pero esta vez no iría a la repostería, entre menos tiempo pasará con Alex mejor sería para ella, así que quiso caminar por las calles de Encantó a seguir aprendiendo y cosas y lugares nuevos.
La muchacha camino un buen rato hasta llegar a una biblioteca, ella, sin saber que era ese lugar entro a averiguarlo.
-Hola jovencita, bien día, ¿En que te puedo ayudar?- Salido un hombre de mediana edad.
-Hola buenos días señor, disculpe, ¿Qué es este lugar?- Pregunto con inocencia la chica.
-Bueno mi niña, aquí hay cientos de libros de toda clase de temas- Respondió el hombre.
La joven entonces recordó que cuando aún no salía de casa pasaba el tiempo leyendo revistas que encontraba por ahí en su casa, creyó que los libros serían más interesantes que las viejas revistas de casa.
-Y ¿Yo podría leer alguno de ellos?-
-Mi querida niña, pero claro que si, pero dime ¿De que familia vienes? No recuerdo a verte visto antes- Preguntó curioso el bibliotecario.
-Soy ______ hija del señor Eduardo, el es dueño de una repostería aquí en Encanto- Respondió la muchacha.
-Oh, con que tú eres su hija, el es amigo mío, pero claro, toma los libros que gustes, pero me los regresas cuando los termines de leer, ¿De acuerdo?-
-¡Encerio! Muchas gracias de verdad- Agradeció feliz la chica y se aventuró a recorrer los pasillos del lugar.
Pasado un buen rato regreso al mostrador con algunos libros.
-Puedes llevarlos contigo, espero que los disfrutes- Hablo el hombre, después de haber registrado los libros y entregárselos.
-Muchas gracias señor, cuando termine se los devolveré, se lo prometo- Agradeció para después salir del lugar y dirigirse a su casa.
Al llegar a su hogar se dirigió a su habitación a comenzar a leer uno de ellos, los libros que eligió eran de diversos temas, historias de amor, astronomía, geográfica, historia, ciencias, etc.
Pasaron los días y la muchacha nuevamente dejo de salir de casa, ya que sentía que su padre la había remplazado por Alex y no la necesitaba más.
Ahora pasaba las horas leyendo los libros, ya que se encontraba fascinada por todo lo que había aprendido aún que aún tenía ciertas dudas de algunas cosas mencionadas en los libros, solo pensó en que, le contaría a alguien sobre sus dadas.
-Ya a pasado casi una semana y no e visto a ______ por ningún lado, es extraño, tengo que ir a buscarla- Hablo el Madrigal que se encontraba ayudando a su hermano menor con su tarea.
-Esta niña de la que tanto hablas ¿Se llama ______?¿Qué no es la misma que vino el otro día cenar con nosotros?- Pregunto Antonio.
-Si la recuerdas, si es ella, ¿Apoco no es hermosa?- Respondió el hermano mayor.
-Si es linda, pero mejor ayudame a terminar mi tarea que no le entiendo y después vas con ella- Suplico el niño.
-Ah sí claro hermanito, pero rápido que se me hace tarde- Respondió rápido en cuando bajó de su nube-
Pasada al rededor de una hora terminaron con la tarea de Antonio, entonces Camilo se dirigió a la repostería del señor Eduardo creyendo que allí encontraría a su amiga.
Al entrar al lugar hizo sonar la campanita, anunciando su llegada.
Allí se encontró con Alex.
-Que tal, ¿En que te puedo ayudar?- Saludo Alex con una leve sonrisa.
Camilo estaba confundido al no entender porque ese chico estaba atendiendo y no _______.
-Estoy buscando a ______ ¿De casualidad está adentro?- Pregunto el de rulos.
-No aquí no esta, hace días no la veo- Respondió Alex, mostrando desinterés.
-¿Tú trabajas aquí?- Pregunto el Madrigal.
-Si ¿Por qué?-
-Es que no recuerdo a verte visto por aquí, normalmente era ______ quien estaba aquí-
-Pues ya te dije que no la e visto, pero si quieres puedo preguntarle al señor Eduardo- Siguió respondiendo con el mismo desinterés de antes.
-Si por favor- Respondió el chico notando la molestia de Álex.
El chico entonces se dirigió a buscar al dueño del lugar.
-Hola Camilo que gusto verte por aquí- Saludo alegre el repostero.
-Hola señor Eduardo, disculpe que lo moleste, pero quisiera saber ¿Dónde está su hija _______? Hace días que no la veo- Pregunto el muchacho con preocupación.
-Esta en casa, otra vez no quiere salir de su habitación, no se que le sucede, ¿Tú sabes algo?- Dijo mostrando su tristeza y preocupación.
-No señor no tengo ni idea, disculpe, ¿Me permitiría ir a verla a su casa?- Pregunto el Madrigal.
-Claro, espero que contigo si quiera hablar-
-Gracias, gracias enserio, me retiro entonces, hasta luego señor Eduardo- Se despidió rápidamente y se marchó de la tienda.
Todo ese rato Alex fue espectador, y cuando Camilo se fue no pudo resistir a preguntar.
-Señor Eduardo,¿Ese chico es algo de ______?-
-Si es amigo de mi hija, pero yo estoy seguro de que está enamorado de mi pequeña- Respondió poniéndose también serio.
-Pero no importa, sigamos que aún faltan entregar más pedidos-
-Si señor Eduardo-
Ambos continuaron con sus tareas con normalidad, aún que Álex se había quedado pensando en el ______.
Paso la tarde reflexionando sobre lo que le había hecho, y concluyó en que tenía que disculparse con la muchacha por sus malas palabras.
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Enséñame a vivir
RomanceSera capas de aprender a vivir una joven que a pasado su vida encerrada por casi 10 años? ¿El amor realmente será suficiente para vivir felices?