Capitulo XV

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A la mañana siguiente la muchacha despertó un poco más tarde de lo habitual, se preparó para salir e ir a la repostería de su padre, ya que ya no le incomodaba estar en el mismo lugar que Alex.

Se anunció como normalmente lo hacía pero no había nadie en el mostrador.

Papá ya vine, ¿Estás adentró?- Hablo fuerte la muchacha.

Desde adentró una voz le respondió, era su padre.

-Que bueno mi niña, si estoy en la cocina, pasa- Respondió desde adentró el repostero.

La hija del hombre se adentró en el lugar, llegando a la cocina.

-Anoche llegaste muy tarde, disculpa que no te halla despertado despierto, pero me venció el sueño- Hablo el hombre mientras continuaba preparando los postres.

-Disculpame pa, es que se me pasó muy rápido el tiempo pero Camilo me llevo de regreso a casa- Explico la chica.

-Me tranquiliza saber que ese muchacho cuide de ti, espero que siga cumpliendo su promesa- Hablo el señor Eduardo.

-Por cierto, ¿Dónde está Alex?- Pregunto, buscando con la mirada al mencionado.

-Salio a entregar algunos pedidos, espero no tarde en volver- Explico el repostero.

Por otro lado la familia Madrigal también había despertado un poco más tarde de lo habitual.

Se encontraban a punto de desayunar cuando fueron interrumpidos, pues alguien, llamaba a la puerta de entrada.
Camilo inmediatamente creyó que era su amada ______, así que se ofreció a ir a abrir la puerta.

-¡Yo voy! Seguro es ______- Hablo rápidamente el Madrigal mientras salía de la cocina.

Todos los presentes no dijeron nada y solo cruzaron miradas entre ellos, ya que sospechaban de los sentimientos de Camilo hacia la joven.

Entonces abrió la puerta y e inmediatamente borró su sonrisa ya que era Alex que llevaba un pedido.

-Hola, eh, Alex ¿Cierto?- Saludo el de rulos.

-Si el mismo- Respondió el chico mostrándose amable.

-¿En que te puedo ayudar?- Pregunto el muchacho Madrigal.

-Pues recibimos en pedido está mañana de parte de la señora Pepa Madrigal- Respondió mostrándole la caja donde guardaba los postres.

-Por favor pasa, ella está en la cocina- Dijo abriendo más la puerta para que pudiera entrar el muchacho.

Alex solo atino a alzar los hombros y entrar a buscar a la mujer.

-Buenos días, ¿Puedo pasar?- Hablo tocando la puerta de la cocina que estaba un poco abierta.

-Claro que si muchacho, pasa, bienvenido- Hablo la señora Julieta.

-Señora Pepa, aquí está lo que pidió- Hablo el chico volviendo a mostrar la caja llena de postres.

-Oh! Perfecto, colócalos sobre la mesa por favor, iré por el dinero, ahora vuelvo- Y así, salió de la cocina la señora que se encontró a su hijo Camilo en el pasillo triste.

-Cami, ¿Qué sucede hijo?- Pregunto preocupada la mujer poniendo su mano sobre el hombro de su hijo.

-Pensé que era ______ y es ese tal Alex- Respondió el de rulos cruzándose de brazos.

-Hablaremos después de desayunar, ahora tengo que ir a pagar- Dijo la madre, alejándose de su hijo dejándolo solo nuevamente.

Mientras tanto en la cocina.

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