Había una vez... 2 (Diakko♥)

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RESPIRO

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Narradora Pov

—Pareces frustrada.

Diana no respondió y continuó practicando.

—No deberías hacer esfuerzo.

Nuevamente la ignoró. El hada se estaba cansando de su silencio y la nula atención que le ponía. Ella rodó los ojos y la observó entrenar cuando no debería. Era obvio que Diana no se encontraba del todo molesta con ella, sin embargo, la situación que estaba llevando con la nueva guerra que se aproximaba la ponía hacer cosas que no debían.

—Tu magia...

—No la he perdido —habló interrumpiéndola.

Diana la miró de reojo con el ceño levemente fruncido.

—No tengo tiempo para descansar.

El hada intentaba entender su terquedad, pero no podía.

—De otra manera no te vas a recomponer, Diana.

Otra vez el rey no contestó. El hada se bajó del árbol descendiendo con tranquilidad, para después mirar a los caballeros que se hallaban haciendo su labor.

—Es una lástima.

Diana otra vez la observó de reojo sin detener sus golpes directos en el saco de paja que habían hecho para practicar sus golpes y habilidades de combate cuerpo a cuerpo. Éste estaba firmemente colocado en el suelo y tenía una apariencia poco humana sin piernas.

—¿Estás lista para hablar con mi reina? Le he avisado de tu visita. Estará disponible en el momento que ingreses a mi mundo.

—Agradezco su consideración e iré personalmente a hablar de mi propósito y decisión, pero en este instante me encuentro ocupada lidiando con un nuevo gran problema.

—Es importante que hables con ella antes de hacer el hechizo.

—Y lo haré, hada madrina. No te preocupes, cumpliré con mi palabra.

El hada asintió en agradecimiento.

—Ahora —continuó—, por favor, explicarme los efectos secundarios que he recibido o... las posibilidades que hay para que vuelva completamente a mí sin descansar.

—No hay otra manera, Diana. —Ella se acercó—. Puedes que no seas humana, pero tu cuerpo funciona de manera similar. Necesitas recomponerte antes de volver a combatir con magia y quedes expuesta ante el enemigo.

—Puedo defenderme sin magia, sin embargo... no quiero que luego ocurra un desastre y no pueda acudir a ella como segunda opción.

Y tenía razón. Diana en ese momento no podía usar un cierto porcentaje de magia. La mínima que intentara utilizar la dejaría en un estado no favorable.

—Intento entender tu preocupación y, aunque suene simple no lo es para mí. —Suspiró resignada—. Hay otra manera, pero no es recomendable. Es posible que la llegues a usar para tener todo ese potencial por un determinado tiempo, sin embargo, cuando éste termine acabarás con daños permanentes. Ni la magia de mi reina logrará sanarte, Diana.

—¿Qué tipos de daños?

—Un ejemplo simple sería... Si recibes una cortada en ese estado y es atendida de inmediato, cicatrizará de forma natural, pero mi magia no podrá desaparecerla. Otro ejemplo que sea más específico... Si pierdes una pierna, no podré volvértela a poner.