Había una vez... 2 (Diakko♥)

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KAARLO MUBRALEL

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Narradora Pov

Flashback

—Sí, mi reina. Sera una gran historia para esta noche.

—¡Sí! —exclamó emocionada Alice.

Akko asintió un poco extrañada. Ella conocía a Diana. La conocía perfectamente, gracias a que la mencionada se había abierto completamente con ella. Y ella había hecho lo mismo. Sin embargo... ¿Sucedió algo en el mundo de las hadas para que Diana... tuviera aquel brillo en sus ojos? Eso la atemorizó un poco, pero también la llenó de curiosidad.

Encontrándose en el comedor con los platillos servidos, Akko miraba con interés y curiosidad a Diana narrar lo que había pasado con Amanda: como de niñas empezaron a practicar; las quejas y los desánimos que tuvieron en el camino, e incluyendo cuando entraron a la academia Luna Nova del reino de Betraña.

La reina conocía completamente toda la historia y escucharla le traía cierta nostalgia. Diana no se la había contado de la forma como lo hacía con Alice: alegre y entusiasmada. Ella recordaba cómo estaba su rey en ese entonces: desanimada y triste narrando una vida que no se volvería a repetir.

La niña sonreía y miraba con emoción a su madre bruja. Un gran: "¡¡¡Oh!!!", se escuchó de Alice cuando Diana llegó a la parte donde utilizó su magia para vencer un ejército completo y salvar a las personas que se encontraban. Akko se ruborizó y sonrió ligeramente recordando exactamente lo que había pensado en ese momento.

Ella sabía con exactitud lo que era Diana cuando su apellido fue dicho, aunque al principio había sospechado y quería asegurar sus dudas, pero, al final, resultó ser cierto. «La historia de la familia Cavendish», pensó y bajó la cabeza masticando lentamente la carne que llevó a su boca. Akko conocía la historia y Diana lo había hecho después gracias a ella.

—¡Juntas éramos fuertes! —exclamó el rey levantando los brazos en una forma que sus músculos se marcaron en la camisa. El rubor de la reina se extendió un poco al verlos—. Cuando hicimos y pasamos la prueba en la academia Luna Nova, habían dos caballeros de alto rango bastante parecidos. Sus nombres eran: .

Alice levantó una ceja.

—¿Qué parecido tenían? —preguntó confundida.

—¡El rostro! ¡Eran casi idénticos que puedo jurar que eran gemelos! Cuando llegamos al lugar donde nos criamos, fuimos recibida por la Sra. Merides O'neill. Fue una sorpresa cuando nos enteramos que el padre de Amanda, Zaid Vazquéz, no había aparecido en tres años completos.

—¿Dónde estaba?

Diana levantó los hombros.

—No lo sé, mi princesa, pero tu tía Amanda hizo en un día lo que él no había hecho en ese tiempo. En la cena que tuvimos con los reyes de la Alta Borgoña, Amanda se ganó los corazones de los reyes con su típica actitud divertida. Debo admitir que me sentí un poco avergonzada por unos segundos, pero después simplemente dejé que hiciera lo que mejor hace; alegrar a las personas.

«Ni recordar cuando Hannah la rechazó frente a mis ojos», se dijo Akko. Amanda había sido humillada por las palabras de la, actualmente, reina de la Alta Borgoña. La castaña hizo un poco memoria atrás, recordando como Amanda había golpeado a Diana por ese sentimiento de ira combinado con el de un corazón roto.

"Respira...", le había dicho Diana. El golpe que recibió segundo antes se escuchó tan claro que le causó un estremecimiento leve. Ella estaba segura que, si llegaría a recibir un puñetazo de esa magnitud quedaría completamente sin aire y, posiblemente inconsciente.