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EL CONSEJO

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Narradora Pov

—¿Damos inicio, mi rey?

Diana asintió.

—Hay noticias nuevas —habló otro de los señores que se encontraba sentado en la gran mesa—, pero primero, me gustaría saber si obtendrá las tierras de Ulabel, como nuestra reina nos ha informado.

—Las tierras se tomarán, pero primero necesito un poco más de tiempo. —«En que encuentre el libro», pensó. Rogaba de que Frank y Luca vinieran de su búsqueda con un aviso positivo. «¿A dónde habrá quedado?», se preguntó, sin embargo sus pensamientos volvieron a estar presentes cuando otro consejero habló.

Consejero dos: Tiempo es lo que no tenemos, mi rey. Las personas dueñas de hogares no están complacidas con compartirlas más tiempo.

Consejero tres: ¿Qué hay de las tierras del norte, mi rey? —preguntó con firmeza—. Las personas de ese lugar son ladrones. Las tierras de Bernicia las merece de regreso.

«¿Ladrones?»

—¿Has ido a visitarlas? —le consultó mirándolo con un semblante tranquilo, pero firme.

Consejero tres: No, mi rey. Pero recuerde que poseo a mis "víboras". Ellos me informan de hechos importantes que suceden fuera de su reino.

«Las víboras...» Él, llamaba así a los "amigos" espías que trabajaban bajo su mando. Gracias a ellos la mayoría de información coincidía con varios hechos y a veces venían con pruebas. No obstante a Diana le gustaba más ir por su cuenta y comprobar lo dicho por sus propios ojos.

Consejero cuatro: ¿Atacaremos? —inquirió, refriéndose a las dos tierras mencionas.

Los consejeros estaban al tanto de las tierras que previamente le habían pertenecido al reino de Bernicia, pero que fueron perdidos hace años atrás por una devastadora guerra donde, claramente, perdieron. Sin embargo, al recuperar el poder los reyes antiguos no veían necesario tomarlas.

—No. En tres días iré personalmente con algunos caballeros escogidos por mi mano. Negociaré —aclaró con seguridad.

Los consejeros no estaban muy convencidos de ese plan.

Consejero uno: ¿Y qué hará si no aceptan?

—Entonces, no tendré otra opción que utilizar la fuerza. Sin embargo, ninguna persona naciente de ese pueblo resultará herida. Y las que no desean prevalecer bajo mi mando, fácilmente pueden escoger otro camino. No las obligaré a servirme, pero tampoco las obligaré a quedarse.

Consejero dos: Les concederá la bendición de la oportunidad de una nueva vida. Déjeme decirle, mi rey, que es muy arriesgado. Esas personas pueden volverse en su contra más adelante —le explicó.

Consejero tres: Estoy de acuerdo con él, mi rey. Las personas nacidas con esos hábitos engendrados son rencorosas. Los quiere ayudar, y aun así algunas no lo desearán. Al quitarle el lugar donde viven, no lo olvidarán.

—Yo tampoco olvidaré sus rostros —dijo con calma, pero con esas palabras había atemorizado ligeramente a los presentes—. ¿Alguna noticia de los reinos Biraz?

Consejero cuatro: Por el momento no, mi rey.

—Bien. ¿Cuáles fueron esas noticias que mencionó? —le preguntó al primero que había hablado.

Había una vez... 2 (Diakko♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora