Una historia triste que busca un final feliz

Una pena

Y como si fuera la peor coincidencia, Jungkook llegaba de uno de sus trabajos de medio tiempo con la cara más fastidiada del mundo. Saludó sin mucho interés hasta que sus ojos vieron la caja de la prueba y se acercó a corroborarlo.

-¿Quien de las dos se la hizo? -Preguntó hecho una furia, sus ojos saltaban de sus cuencas aterrorizando a la embarazada.

-Cálmate, hablemos. -Intervino la rubia.

-No me vengas a chingar con que fuiste tú -señalaba con la caja a su novia. La otra sólo lograba llorar ante su conducta. -No puede ser mío ¿Con quién te acostaste? ¿Y todavía vienes a mi casa a hacerte la prueba? Ve a la casa del padre de tu hijo a hacer estas cochinadas. ¿Es de Jimin? ¿Cómo pudiste embarazarte Nonna? En qué estabas pensando. Eres idiota o qué.

La paciencia de Jeongyeon llegó a su límite. Se paró frente a su chica sirviéndole de barrera.

-¿En serio vas a responder así? Pensé que sólo eras menor que nosotros, no que eras infantil. No es de Jimin ni mío -evidentemente- el único que tiene 2 dedos de frente para hacerlo si condón eres tú.

Insultos fueron y vinieron, calentándose más en cada replica. Sin darse cuenta cuando entró Jimin y al ver a la mayor desconsolada y a su novia a punto de los golpes con su chico, corrió a interponerse entre ellos.

-Ya basta, contrólense los dos, miren como tienen a Na-ye-on nonna -susurró lo último al ver la prueba de embarazo. Entendiendo a la primera, el porqué de la discusión.

Sin bajar los brazos que ponían distancia entre sus amantes, los miró a cada uno. Cuando sintió que estaban calmados, bajó los brazos y se hincó frente a Nayeon y le agarró las manos con mucho amor.

-No importa lo que decidas, cuenta con nosotros, aquí estamos para ti/

-/Esa es la forma de contestar cuando tu novia te dice que está embarazada, zoquete/

-Jeongyeonni, cálmate, cielo. No es nuestra discusión.

-Pero, oppa

-Kookie, siéntate y cálmate, bebé. Hablemos tranquilos, quieres.

-A mí no digas que hacer, esta es mi casa.

-De acuerdo... nos vamos. Cuando tengas los huevos de afrontar tus consecuencias y no sólo para meterla, nos avisas.

Jimin tomó delicadamente del brazo a Nayeon y la ayudó a pararse. Entre los dos escoltaron a la embarazada hacia afuera.

-Chiminie, no me dejes.

Lloró con un puchero haciendo girar los ojos de los otros. Se detuvieron en la puerta y giraron sobre sus talones

-Kookie, sé que tienes miedo, que no sabes que pasará contigo si tienes un bebé, pero imagina como se siente Nayeon nonna, no es tu cuerpo el que va a gestar la vida nueva, no es tu carrera la que se puede ver intervenida, no es tu familia la que te verá de soslayo por tener un hijo a casi nada de terminar la carrera ¿Has pensado en Nayeon nonna? O sólo has pensado en ti.

-Perdón Chiminie.

-No Kookie, no es a mí a quién tienes que pedir perdón.

-Perdón Nonna, perdón.

Jeongyeon sentía hasta gastritis por el estúpido comportamiento de su amigo. Pero que su novio, todavía lo tratara con cariño después de su arranque de furia, la ponía peor. Regresó su cuerpo a la salida y la guiaba del brazo, no quería estar un segundo más dentro de ese departamento, pero sintió la resistencia que venía de su novio al detener a Nayeon.