El amor no siempre viene en Linea directa, a veces pasa por varias direcciones para llegar a su final feliz.
ヽ(=^._.^)ﾉ ☆ Miau ☆ ~(^.˳̫̬.^ 彡)ノ
Esta historia tiene contenido nada recomendado para menores de edad ni para gente sensible. Se narraran si...
Frustrada, decidió caminar sin rumbo por Seúl. Entró a varios cafés; les tomó fotos y subió su reseña, vistió un museo y se detuvo a disfrutar cada obra de arte e intentar entenderla y perder el tiempo lo más posible.
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Un mural le llamó la atención, eran caricaturas, pero no podía llamarlas bonitas, ver aquellos monigotes le daban ganas de bailar. Sin ser consciente imitó las posturas de uno a otro y se divirtió con ganas bailando con sus parejas dibujadas.
Una risa sonó desde atrás quitando todo el orgullo que pudiera tener en ese momento, se dio la vuelta disculpándose, pero la chica negaba con una mano mientras la otra cubría su boca por reír abiertamente.
—Son Chaeyoung, —dio una reverencia de saludo— quiero darte las gracias por bailar el arte que hice, los has hecho muy pero que muy felices. Mira como mueven sus pompitas.
—Lo siento.
—No, de verdad, jamás me había sentido tan feliz, casi nadie entiende lo que hago.
—Ah, mmm, Yoo Jeongyeon. En mi defensa ellos me invitaron a hacerlo.
—Supongo que no pueden dejar ir a una hermosa dama...
—G-gracias. —Esa fue una indirectamuy directa de ligue.
—Oye, ahm, ya que le gustaste a ellos ¿Te gustaría ir por un café con su creadora? o sea yo
—Es que acabo de visitar 3 cafeterías, quizá otro día, de acuerdo.
—OK.
—OK... Bueno, te veo luego.
Pasó a su lado despidiéndose con la mano. Su técnica de ataque fue muy fuerte, se sintió intimidada por aquella chica, aunque no podía negar que era preciosa.
Salió tan apresurada intentando hilar lo que había pasado que chocó fuertemente con alguien.
—Oh Jeongyeon
Abrió los ojos como platos. La japonesa que había conocido tiempo atrás y le había dado una buena noche que no podía recordar, la saludaba igualmente sorprendida.
—Soy Momo... tuvimos sexo ¿Te acuerdas de mí?
—Sí... Momo. Claro que te recuerdo. Perdón por chocar contigo, estaba distraída en mis pensamientos.
—¿Quieres venir a comer? Me recomendaron un lugar por aquí, vamos
Enredó su brazo y la hizo caminar junto a ella. Comieron con ganas. Intentó hacer plática y le dijo que No recuerda nada de esa noche y entonces descubrió que Momo sí es de Japón, tiene a su novia allá, pero se permiten otras parejas, como son bailarinas no siempre están en los mismos proyectos y ahora estaba haciendo un diplomado en Corea de danza contemporánea.
