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Durante la comida Momo y Jeongyeon estuvieron más entretenidas en comer que otra cosa. Sana miraba coqueta a la coreana mayor haciéndola atragantarse a cada rato.

Chae, por otro lado, podía disfrutar de los últimos momentos con la japonesa antes de que se fuera a su gira y después a su país.

Las miraba embelesada, sin duda estaba enamorada de ambas y sentía un hueco al pensar en no volver a ver a la japonesa, pero Jeongyeon le sonreía y la invitaba a comer de tal o cuál cosa, solo afirmaba y le seguía la accion.

Momo era quién le hablaba para pasar el rato con ellas, sin ella, seguro no volverían a estar juntas. Se negaba a aceptarlo, a dejarlas ir, pero no había nada que pudiera hacer. Excepto... Una idea surgió de la nada. Quizá era patadas de ahogado, pero no hay peor lucha que la que no se hace.

En el museo necesitan a alguien para el manejo de las redes sociales... Ahm, ahora que lo pienso tú trabajabas en ello ¿No te gustaría entrar a trabajar ahí?

Jeongyeon la miraba como si tuviera dos cabezas, después de pasarse el bocado se apuntó a sí misma.

—¿Crees que pueda entrar a trabajar al museo donde estás?

—Sí, claro. Vi las fotos que le hiciste a Momo, son tan hermosas y tienen una técnica maravillosa. La paga no debe ser mala, al contrario.

—Oh, sí, por qué no.

Chae estaba impactada de lo fácil que fue tener el pretexto para seguir estado cerca de ella.

Cuando puedas mándame tu cv y tú portafolio para dárselo a Recursos Humanos

Sí, seguro. Mañana te lo llevo. Estaba pensando en buscar trabajo pronto, será lindo estar trabajando junto a ti.

Solo afirmó metiéndose un bocado. Quería pausar el mundo y ponerse a brincar del gusto.

La comida terminó, platicaron un poco y fueron al cuarto de las japonesas, Sana se abalanzó sobre Jeongyeon y Momo sobre Chae. Ambas coreanas despertaron los instintos sexuales en un santiamén. Pero en definitiva era la culpa de las sexys y hermosas japonesas que las atacaron.

Jeongyeon llegó a la cama entre besos y agasajos, Sana la empujó dejándola sentada, se empezó a quitar la ropa dejando embobada o hipnotizada en los sensuales movimientos que hacía, la atrajo hacia sí para besarla y meterle mano donde se le antojaba, su esbelto cuerpo fue acariciado, estrujado y rasguñado por cada uno de sus deseos.

Su mirada la derretia, Sana era tan caliente que sólo quería follarla con tanta desesperación que le molestaba no tener al menos cuatro manos más para acaparar sus lugares favoritos.

El beso pausado que empezó la japonesa estaba desgarrando internamente el raciocinio de la coreana, Sana lo sabía y abusaba del control que tenía de la situación. Pero cuando Jeongyeon se dejó hacer lo que quisiera; entregada, sumisa, a su voluntad, hizo corto circuito.

Por lo que escuchó de su novia, aquella era una lesbiana muy activa y nunca se dejaba dominar.

Sana-chan ¿Puedes bailar en mi regazo?

Jeongyeon entendió perfectamente los pensamientos de su amante, pero estaba disfrutando tanto de sus caricias que quería sentirlos un poco más. Con los labios aún en el oído la empezó a besar lentamente como la había hecho con ella anteriormente.

—5000 yenes por el privado, chula.

—Pago el doble si lleva durazno.

Momo se atragantó al escucharlo, ya que antes compartió el dato de que su nombre significa eso.

—Gatito... ¿Me prestas tantito a Momo? En cuanto cansemos a Jeong vamos las dos contigo.

Le preguntó en un tono totalmente lleno de inocencia que contrastaba con ella al estar sentada sobre su regazo empujando la cabeza de la rubia entre sus pechos.

La artista afirmó sabiendo que jamás la cansarían y terminaría viendo un baile erótico... Nunca había estado en un table dance pero como dice el dicho "El que es perico donde sea es verde" ambas, siendo bailarinas y pareja desde hace tiempo, dieron el espectáculo de la vida. La pequeña viendo, la mayor recibiendo.

En la habitación había un taburete y la sentaron ahí, en el camino le pidieron se quitará el pantalón y la blusa. Chaeyoung reprodujo una canción que era de sus favoritas y ambas japonesas abrieron una pierna sentándose y repartiendo la mitad para cada una.

Sana se deslizaba en su muslo dándole la espalda recibiendo una caricia en su espalda, mientras Momo de frente embarraba su pecho en el otro y acariciaba con los labios su rostro dejando uno que otro beso, la acariciaba en el abdomen rozando a veces sus pezones, a veces su lubricada entrada.

La ropa interior fue atraída al suelo por la gravedad y las caricias que eran detenidas por el estorbo de las prendas fue su aliado.

Ambas cabalgaban frotándose en sus muslos con apretones de nalga que las atraían hacia ella, mientras se deleitaba entre 4 senos a la altura de su boca, las japonesas se besaban y recibían besos y caricias de las otras 4 manos ansiosas.

Jeongyeon deslizó sus manos estimulandolas al mismo tiempo, fue un poco complicado, pero no imposible, solo tenía sus dedos dentro, contra su muslo y ellas lo montaban a su ritmo y placer, nunca había estado más feliz de ser ambidiestra y poder bombear a ambas hasta que terminaron derramando su humedad entre los dedos y muslos.

Chaeyoung cargó a Momo a la cama y se encargó de aprovechar el epicentro de su recién orgasmo para provocarle otros más. Sana era atendida por la mayor y sus gemidos eran medianamente amortiguados por la lengua que entraba a su boca, lamiendo la suya mientras se movía encima de ella.

En cierto punto formaron un círculo/cuadrado recibiendo y haciendo sexo oral, Sana-Chae-Momo-Jeong... Posiciones dónde Jeongyeon las acomodaba para que entre todas dieran y recibieran, fueron formadas unas tras otras.

Cuando ambas vieron muy cansadas a las japonesas, las acostaron y en el espacio de la media cama se entregaron entre besos y caricias.

Jeongyeon se veía cansada, pero Chaenggi la amaba tanto que incluso acostarse desnuda sobre ella sentir su suave piel y repartir besos y caricias lentas, inhalando su olor y recibiendo el tacto de sus dedos, podía darle la satisfacción más grande que el orgasmo; por ser amada por la persona que amas tiene un peso mayor.

Jeonni

—Mmm.

—¿Crees que podamos seguir viéndonos... Cuando Momo se vaya?

—Nada me podría separar de ti, corazón. Excepto tú.

—OK.

Levantó su rostro para poder besarlo y la menor se acurrucó frente a ella, las caricias y los besos ahora las recibía la menor, Jeongyeon sintió un poco de nostalgia por Nayeon, desde entonces, no había vuelto a cobijar a nadie y la pequeña estatura de Chae le daban más ternura y ganas de amar.

Unas manos se metieron entre ellas y abrazaron a ambas coreanas, Momo besaba su cuello y se le pegaba embarrando su pelvis, logró acomodarse de la misma forma que antes dormía entre Nayeon y Jimin, pero con esta nueva versión.

Definitivamente prefería embarrarse en Momo, y apretujar a Nayeon, pero no se puede tener todo en esta vida, cierto.

Al día siguiente se despidieron. Dos parejas tomadas de la mano tomaron caminos separados.



ヽ(=^..^)ノ ☆ Miau ☆ ~(^.˳̫̬.^ 彡)ノ 

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Prrrfff Gracias. (^..^)ノ

Una historia triste que busca un final felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora