Vernon la esperó en la cama sentado, cuando salió del baño él la miró preocupado.—Lo siento, debí advertirte que era mi primera vez.
—¿Eres virgen?
—Sí, bueno, era. —dijo apenado sonrojándose.
—Lo siento yo también. Bueno, no soy virgen pero es mi primera vez después de mucho tiempo. La última vez que lo hice estaba muy enamorada y... lo siento tanto, no pude sacarla de mi cabeza. Realmente estuviste bien, fue mi tonto pasado el que no me dejó disfrutar.
—Oh, es eso... creí que te había lastimado, c-como lloraste, yo, estaba, preocupado.
—Lamento eso...
—Está bien, entiendo. Es, una pena. Ahm, creo que mejor me voy.
—Vernon
—¿Sí?
—¿Sería mucho pedirte que te quedes?
—¿Qui-quieres que me quede a pasar la noche, co-contigo? —preguntó sorprendido
—¿Es mucho?
—No, sólo me... me sorprendí que lo pidieras, pensé que querías que me fuera.
Negó con la cabeza divertida. —Realmente me gustas y me odiaría si dejo un mal sabor de boca en tu primera vez.
Vernon la miraba como si tuviera dos cabezas. No podía reprocharcelo, era un chico educado y sin experiencia, rodeado de hombres y con poco contacto con el sexo opuesto. Las sabanas que cubrían su desnudez, revelaban la excitación que se generaban por sus pensamientos. Gateó por la cama hasta su encuentro, y besó sus labios, lentamente paso una pierna sentandose justo en su excitación, mientras aumentaba la pasión en su beso, se mecía lentamente despertando en su totalidad la erección.
Tomó sus manos y las llevó a su pecho, él rozaba con tanto cuidado sus pezones que un intinto sádico se apoderó de ella.
—Chúpalos —susurró la orden mordiendo el lóbulo de la oreja, su pene palpitaba justo en su centro haciéndola mojar la sabana entre ellos.
La lengua viajaba en tortuosas lamidas, lentamente pasaba de arriba hacia abajo excitándola hasta hacerla enterrarle sus uñas en los hombros, chupó un pecho y pellizcaba suavemente el otro, haciendo girar el pezón entre sus dedos.
Llevó la mano libre a su boca chupándole dos dedos, los lamía y chupaba mientras sus ojos conectaban los pensamientos lascivos de ambos.
Bajó la mano y ella misma con la asertiva ayuda de Vernon introdujo dos dedos dentro y cabalgó un poco dificultando el respirar de su ayudante.
—Cógeme.
En un rápido movimiento, giró los cuerpos, quedando encima de ella, la dejó y fue por su chaqueta, regresó rasgando el paquete de un preservativo.
—Puedes, ponérmelo tú.
—Como quieras, cariño.
Tendió la mano para recibir el empaque y se sentó frente a él, la cama baja ayudó a quedar frente a él, enrolló la lengua en su glande para lamerla poco a poco. De su garganta sólo salían gruñidos de placer, la tomó del cabello y la empujó hasta el fondo provocándole asquerosas arcadas.
Se separó y lo apartó dejando una distancia vital para poder recuperarse.
—No tengo la garganta profunda, cariño ¿Te parece bien si cambio mi boca por algo que sabemos puede recibirte completo?
—Oh, s-sí, lo siento, es que se sentía tan rico que no pude evitarlo. Pu-puedes acostarte, por favor.
Besó la punta y sacó el condón, lo desenrolló un poco y lo deslizó con la boca hasta pasar la cabeza, veía temblar a Vernon en cada acto. Excitarlo la prendia a ella, algunos trucos que aprendió con su exnovio resultaban útiles aun con otro hombre.
Terminó con la mano y lo masturbó un poco, veía sus muslos contraerse y se dio la vuelta, acomodandose en 4, la vista que le ofreció, lo hizo literalmente caer de rodillas. Acarició su espalda y estrujó sus nalgas, un par de dedos volvieron a estimularla y la hicieron correrse mientras una boca dejaba marcas de beso en su espalda baja.
Rendida dobló los codos dejándose caer en la cama, pero él la sostuvo de las caderas y la penetró lentamente, fue lento al principio, pero luego parecía perder el control, la emebestía tan rápido y tan fuerte que no daba tregua de un orgasmo a otro.
Perdío la cuenta en el tercero y se dejaba acomodar al placer de su amante, posición tras posición, hasta terminar hincados, ella encima de él. Entonces lo sintió, de pronto la tomó fuertemente de la cintura y se enterró entre sus senos, la agarró con mucha fuerza y rugió guturalmente.
Ella se meció una vez que se detuvo, para ayudarlo a recuperarse del orgasmo, fue muy fuerte, temblaba mucho, estaba aferrado a ella.
Lo besó con cortos besos por toda su cara, cuello y hombros. Lentamente se paró y lo empujó para que cayera en la cama, le ayudó a extender sus piernas que suponía estaban dormidas, le retiró el condón lleno y lo tiró en el bote junto a su cama.
Cuando levantó la vista, él estaba extendido en toda la cama como una estrella, respiraba con dificultad y tenía la vista perdida. Se acostó encima de él y repartió besos en todo su pecho. Cuando recobró la consciencia, la abrazó fuertemente y se empezó a reir.
—Eso fue... increíble, fue, fue wooow
—¿Te gustó?
—Claro que me gustó ¿Podemos volver a hacerlo mañana?
—Seguro, cuando quieras.
—Jeongyeonssi, eres increíble, esto fue increíble, me siento/
—Increible —completó burlandose a medias del ex virgen.— Pero ahora vamos a dormir. De acuerdo. Necesitas descansar y recuperar fuerza... Ten un lindo sueño. —besó sus labios y se acomodó en la cama, él de inmediato la abrazó y pegó sus cuerpos, recordó el tiempo que salía con Jimin y disfrutaba repegarle su hombría, ya sea erecta o dormida.
—Voy a soñar contigo.
—Intentaré soñar contigo, también, descansa. —se acomodó y besó el brazo que la rodeaba.
ヽ(=^._.^)ノ ☆ Miau ☆ ~(^.˳̫̬.^ 彡)ノ
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Prrrfff Gracias. (^._.^)ノ
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Una historia triste que busca un final feliz
FanfictionEl amor no siempre viene en Linea directa, a veces pasa por varias direcciones para llegar a su final feliz. ヽ(=^._.^)ノ ☆ Miau ☆ ~(^.˳̫̬.^ 彡)ノ Esta historia tiene contenido nada recomendado para menores de edad ni para gente sensible. Se narraran si...